El templo ya estaba en vías de recuperación, para lo que pasó el 15 de abril pasado agravó sustantivamente los daños.
Gracias al aporte de vecinos de gran corazón, de lo recaudado por una rifa que estaba en circulación antes del fenómeno climático, se ha podido arreglar los techos, los pluviales y realizar el cerramiento en una parte de las torres.
La Comisión de Ayuda trabaja para que se continúe con lo que falta que es mucho, como revoques, pinturas, la parte eléctrica, etc.
En una posterior etapa se deberá seguir con la fachada y arreglo de pluviales puesto que es imprescindible según, la opinión de los Arquitectos que este trabajo se haga para evitar que la humedad exterior penetre en las paredes del edificio.