La conclusión es clara: los modelos económicos de Uruguay y Argentina están cimentados en objetivos diferentes, lo que ha llevado a que la vida en nuestro país sea más cara y por consecuencia resulte atractivo comprar en el vecino país. De cualquier manera hubo ocasiones en que la diferencia fue muy pequeña como en octubre de 2017.
Comprar en Argentina pese a todo siempre ha tenido algún tipo de ventaja para los uruguayos, lo que ha explicado la existencia histórica de los bagayeros y naturalmente del contrabando a mayor escala.
Es que el comportamiento del dólar en Uruguay y en Argentina ha sido abismalmente diferente y las bruscas oscilaciones del vecino país han llevado a que la moneda se haya devaluado sustantivamente, en algunas ocasiones como en setiembre del año pasado, cuando se logró un récord histórico con una brecha del 180%. Hoy por hoy esa brecha está en el 59% (es decir que la mayoría de los artículos promedialmente es un 59% más barato en Argentina que en Uruguay) habiéndose detectado un pequeño crecimiento de esa brecha que en marzo pasado había llegado al nivel mínimo de los últimos tres años, con un 50%.
Ese valor era el resultado de tres períodos consecutivos de decrecimiento ya que, de aquel 180% que fue récord, los precios se fueron acomodando para llegar a noviembre del 2023 a situar la brecha en el 157%, en enero de este año en el 97% y, como se dijo anteriormente, en marzo en el 50%.
Si se mira la historia de los precios desde el 2015 a la fecha, encontramos que, en octubre de 2017 fue la época en que los valores estuvieron más parejos, con apenas un 5% de brecha. Sin embargo nunca el peso argentino pudo estar más alto que el uruguayo, lo que explicó que la inversa de la situación actual nunca se dio.