Mucho antes de lo que se esperaba, los cuestionamientos se aceleraron aunque aún no estamos en campaña. Es que las previsiones eran que terminado el verano la política uruguaya empezaría a sacar cuentas más en serio y mostraría sus garras. Pero el verano apenas comienza y las ironías empiezan a hacer el deleite de los medios de comunicación.
La Intendenta de Montevideo tiene la virtud de hacer calentar a los opositores con resoluciones que transitan al borde de la legalidad, aún cuando no hace cosas que no están permitidas.
Así, dejando atrás otras épocas donde el Antel Arena se esgrimió como trofeo no importando su precio final que nunca se sabrá, siguió tomando decisiones propias con las que seguramente se regocija. La llamada ciclovía puso furiosos a muchos que se encargaron de esperar un accidente para responsabilizarla.
Pero el primer ciclista accidentado había sido chocado por peatones y el segundo cruzó con roja siendo embestido lateralmente. Aún están esperando un tercer accidente para sacar rédito y quizá alguna vez ocurra porque en materia de circulación y tránsito intenso las probabilidades tendrán que darse.
Cosse (que no logra por sí misma irradiar una personalidad simpática ni mucho menos) tiene, es cierto, un fuerte carácter autoritario y parece disfrutarlo que nada le costaría mejorar máxime cuando deberá recorrer el país para pedir el voto en lugares donde no puede exhibir logros municipales como ocurre con Montevideo.
Pero ahora le ha agregado a la apuesta un redoble que vaya si le está dando resultados. Aprovechando el tricentenario de Montevideo puso en marcha una sucesión de espectáculos en varias zonas de la capital que cuya grilla apenas anunciada disparó rayos y centellas.
Son más de 40 espectáculos con los más laureados artistas que se repartirán cinco zonas de la capital para desparramar su arte.
¿Qué piensan entonces?: que desperdicia la plata de la gente para una celebración que debería ocurrir recién dentro de dos años, pero que la adelanta como parte de su campaña electoral.
¿Y está mal hacerlo? Habría que analizar el tema de las administraciones municipales desde diferentes ángulos para concluir si los intendentes tienen o no tienen el derecho de distraer recursos para inversiones de entretenimiento cosa que ocurre en todos los departamentos sin excepción.
El senador Gandini (al que le aflora frecuentemente una pose de enojo que tampoco le cae bien) la ha comparado con CFK bautizándola como “la Cristina uruguaya” y atribuyéndole la postura del “hago lo que quiero” y “no me importa la ley” según sus propias expresiones.
Estas calificaciones y otras (que vendrán en pocos días más de parte de otros voceros cuando saquen la cuenta de lo que saldrá la fiesta) tiene por destino la descalificación por la descalificación misma, dado que Gandini precisamente encabeza la lista de legisladores que más viáticos ha gastado en viajes con dineros del Estado. Ahora bien: ¿a quién va dirigida esa crítica? Seguramente a votantes que ya están convencidos de lo que harán y que votarán por los blancos aún por encima de cualquier conducta o a lo mejor a captar algún distraído que razona las opciones de gobierno según caras, sonrisa fácil o modelitos al tono.
Hace tiempo ya que unos cuantos se miran y ya se ladran; se posicionan frente a los micrófonos con poses estudiadas y creen ironizar aunque no les sale.
Y así no es.