Para Sergio Cuenca el cuerpo de Luis debe estar en las cercanías donde cayó su avión Polikarpov I15, tal como nos ha dicho la mayoría de investigadores. Nos contactó hace algún tiempo interesado en el caso pues había leído publicaciones del hallazgo de restos del avión en el monte Santa Bárbara. Compartimos con él y nos aportó datos.
Sergio es un investigador de la Guerra Civil Española, valenciano, también conoce la zona cercana a Celadas (Aragón), primera línea de fuego en la contienda, donde cayó Luis.
Para él fue una sorpresa que aquel piloto “ruso” fuera finalmente uruguayo. Nos aclaró algo acerca de las declaraciones de Antonio Guillén Gómez “Rosino”, quien fuera testigo viviente de la caída de Luis. “Rosino” nos habló reiteradamente que cuando vio a Luis quemarse, boca arriba como mirando el cielo, veía caer “grasa” de su cuerpo. Para Sergi esta “grasa” era el paracaídas Irvin. Una hebilla encontrada, como un pasador, pertenecían al paracaídas. La seda, muy propensa al fuego, sería la “grasa” que “Rosino” veía caer.
Según la lectura de las piezas encontradas es difícil dictaminar qué pasó esa mañana. Lo que queda claro es que Luis no llegó a usar su paracaídas. Agrega Sergio que los trajes de vuelo eran bastante ignífugos pero a pesar de ello es probable que el cuerpo sufriera heridas de consideración.
Luis había respaldado esa mañana del 16 de abril de 1937 el avance de la infantería republicana sobre el monte Santa Bárbara, con éxito. Según Sergi, en la lectura de los restos encontrados, el avión llevaba bastante combustible, podemos pensar en un reabastecimiento. El duralumnio encontrado da esta señal. El golpe a tierra podría haber provocado una explosión, romper el tren de aterrizaje que no era retráctil y destruir la parte delantera. Sergi nos pasó el Manual de despiece del “Chato” (Polikarpov I15).
MALLORCA – EL GEO-RADAR
Fuimos a Sa Coma y Son Coletes, dos lugares en Mallorca que estaban siendo excavados buscando restos de represaliados en la Guerra Civil. Hablamos con Jordi, Laia, Nico, Almudena y Jaume, cinco arqueólogos integrantes de Aranzadi y Atics. Recibimos un baño de realidad (ya nos lo había comentado Gonzalo) para comprender lo difícil que resulta encontrar a Luis aunque admiraron que pudiésemos haber encontrado el sitio y restos del avión. Ellos realizan búsquedas con geo-radar y ni aún así hay seguridad. Justo en nuestra visita estaban excavando en un lugar donde el geo-radar dio señales pero no hubo resultados positivos. Fue una manera de comprender, allí mismo, lo que podría pasarnos en el monte Santa Bárbara. Mi decaído ánimo luego de hablar con los arqueólogos lo levantó el equipo “Luis Tuya” desde España y Uruguay mismo. La actitud de seguir investigando está con la suma de más personas en la búsqueda.
Queda esperar por la aparición de algún documento, queda esperar el avance tecnológico que pueda permitir rastrear bajo tierra o queda intentar, a cuestión de suerte, volver a excavar en el sitio de caída.
Tal vez el avance de la ciencia logre un rastreo con más probabilidades. Tal vez un futuro equipo lo logre. Mientras tanto, lo seguimos intentando. En estos tiempos hay muchos archivos que se van digitalizando.
Lo que es bueno destacar es el afecto a la búsqueda por parte del equipo y por parte de los vecinos de la provincia de Teruel que nos recibieron en forma magnífica y que siempre nos reiteran que están dispuestos nuevamente. Ese afecto tiene un motivo, una base: la nobleza de Luis.
LA VESTIMENTA DE LUIS Y SA COMA
La imagen es un modelo de un piloto de Polikarpov, extraído de “La Guerra Civil en Higueruelas” y Sa Coma, Mallorca, junto a la playa, en el momento de búsqueda de represaliados de la Guerra Civil. Este lugar fue protagonista en el “desembarco de Bayo”, cuando los republicanos intentaron recuperar Mallorca. El “geo-radar” dio señales pero la excavación no provocó resultados positivos, nos dijo Jordi Ramos y lo certificamos en presencia. Para dar testimonio que hoy en día es muy difícil dar con un cuerpo enterrado. Como dato, en el desembarco de Bayo participó el uruguayo Edison Fontaine Pereira, de 37 años, casado, de la CNT (datos proporcionados por Gonzalo Berger, quien es sabido también lidera las investigaciones y búsqueda de Luis).
Vuelvo a decir que lo que queda escrito es vital. Lo fue el libro de Pedro Troche “Alma de pájaro”, lo están siendo las publicaciones (como las de Crónicas) una vez fue encontrado el sitio de caída y lo será todo aporte hasta volver a encontrar otro hilo conductor de investigación. Si no encontramos a Luis quizás en el futuro otro equipo pueda hacerlo y cerrar la historia. Honor a Luis.