“No tuvieron que convencerme. Casi diría que todo lo contrario. Mi deseo de pertenecer a este proyecto tiene dos extremos muy convincentes para mí. Uno... los jugadores que posee Uruguay. Me gusta el grupo de jugadores que han representado a Uruguay en los últimos años. Y el otro es el destinatario del trabajo de una selección, el ciudadano de a pie del país del que se trate”, fueron las primeras palabras de Marcelo Bielsa como nuevo entrenador de la selección uruguaya.

Sobre las razones que lo llevaron a aceptar la propuesta de la Asociación Uruguaya de Fútbol, recordó que hace algunos meses le tocó “vivir una experiencia casual que tuvo un peso posteriormente decisivo en la toma de decisiones”.

“Los jugadores no me resulta muy difícil calificarlos porque es mi oficio hace 40 años, y tenía la certeza de que mi predilección era justificada. En cuanto a la gente, vine a pasar un fin de semana a Montevideo con mi esposa y nos quedamos dos meses porque yo estaba sin trabajar”, comentó, y detalló el viaje que hizo desde Carrasco al hotel donde se hospedó en Punta Carretas.

“Un domingo le dije a mi esposa para pasar el día en Carrasco y volver en transporte público, cuando el lunes se avecina. Estaba repleto y el viaje duró 45 minutos. Se produjeron un montón de episodios que pusieron a prueba la civilidad de los que iban arriba del micro. Nuestras conclusiones fueron de admiración por la generosidad con la que la gente interactuó en ese viaje amontonados e incómodos”, relató.

“Me refiero al respeto por los niños, los mayores y las mujeres. Entró una mujer a tickear los boletos y pensé que se terminaba la civilidad porque no se podía mover entre tanta gente, pero hizo lo que tenía que hacer y todo funcionó”, señaló.

“Entonces, esos dos extremos, los jugadores y la estatura del ciudadano, que es el destinatario de lo que los jugadores hacen, fueron dos elementos de mucho peso”, dijo, concluyendo con la primera de muchas respuestas en su primera conferencia de prensa como seleccionador celeste.

Entre las preguntas que recibió Marcelo Bielsa en su primera conferencia de prensa como entrenador de la selección uruguaya, se le consultó si la Celeste puede plantearse pelear una Copa del Mundo. Al respecto, dijo que “una cosa es la ilusión y otra es la toma de conciencia”, y explicó que a su entender hay dos tipos de países, entre los que puso a Uruguay en el medio.

“Hay países que, si toman conciencia de su poderío y su potencial, tienen menos posibilidades de construir a través de la ilusión. Hay otros países cuya toma de conciencia los autoriza a pensar en lo máximo, y no es una ilusión, sino una realidad. Y hay países que combinan las dos cosas, con recursos y antecedentes, que los potencian con la fantasía, la ilusión y la perspectiva. Creo que Uruguay es del grupo del medio. Puede fantasear y tiene con qué alimentar esa fantasía”, opinó.

Respecto a Óscar Washington Tabárez, dijo que ha tenido “siempre respeto por sus procedimientos y por lo que construyó estructuralmente en el fútbol uruguayo”. “Y luego la estructura traducida en resultados. Lo admiro, aunque a veces la palabra admiración habría que usarla menos porque suena exagerada. En este caso, corresponde”, señaló.

“Tengo mucho respeto por la forma en que él ha elegido interpretar la función de entrenador”, destacó, y consideró que “con el legado de Tabárez no se puede competir ni reproducir”. “Yo haré lo que pueda, pero buscaré lo máximo”, aclaró.