Se notan las caras de incomodidad. Como si no fuera difícil campear las complejidades de los temas de gobierno, las sospechas se arrojan por toneladas.
La peor de las acusaciones que puede recibir una administración está sobre la mesa exigiendo la respuesta inmediata del presidente que no pude quedarse callado, pero tampoco saltar al descampado con lo que solo lograría acrecentar rumores y fantasmas.
Los chats que Astesiano envió y recibió desde Estados Unidos hablan de un plan para “apretar” a dos senadores del Frente Amplio afín de que no avanzaran en la denuncia que tiempo atrás presentaron sobre las operaciones de la empresa belga Katoen que se hizo de una parte del puerto de Montevideo. A la oposición nunca le gustó que Uruguay le concediera los derechos por 50 años porque medio siglo es realmente medio mucho para una concesión de exclusividad. Insinuaron corrupción y allí nació el enojo con el ministro Heber que se consideró víctima de una canallada.
La firma que actúa en Estados Unidos de nombre Vertical Skies fue fundada por un militar retirado y tiene como gerente en Montevideo a otro militar uruguayo. Según su propia definición se dedica a los rubros “seguridad, investigación, prevención, gestión de riesgos, negocios, inversiones, tecnología aplicada al crecimiento y rendimiento empresarial”, mediante el uso de “inteligencia artificial, nanotecnología y sensores operados remotamente” y asegura que trabaja para las principales compañías del mundo. En los chats intercambiados se le pide a Astesiano que consiga datos para “carpetear” (esto es juntar datos comprometedores de actitudes públicas o privadas que hagan perder credibilidad a una persona). Hablaban concretamente de los senadores Mario Bergara y Charles Carrera.
No está probado si Astesiano logró los datos. Lo que si es cierto es que en uno de los chats la ejecutiva de Vertical le escribe: Estimado Sr Alejandro, buenos días. Soy la Jefa de Finanzas de Vertical Skies. Le solicito que me pase su nombre completo para poder efectuar la transferencia de la comisión acordada por la vía de Western Union”.
Tras dar sus datos recibe un dinero cuya cantidad no se especifica.
Sin embargo ayer en declaraciones a Radio Imparcial Astesiano afirma que ese pago era “la devolución de un dinero que le presté a un amigo” como si alguien de semejante empresa internacional necesitara que un custodio de la presidencia le prestara dinero.
Naturalmente el escándalo subió de tono, el enojo se impuso y todos los senadores de la oposición plantearon una cuestión de fueros por la extrema gravedad del asunto.
Entre los cruces de acusaciones se impone la curiosidad: alguien que accedía a tan altas conexiones no tiene la inteligencia suficiente como para inventar un argumento más convincente?
La respuesta vendrá en unos días (o en unas horas) porque esto cambia minuto a minuto.