Los reclusos de la cárcel de Cerro Largo se las ingeniaron para ingresar una pelota que en su interior contenía celulares, droga y chips. Mientras jugaban al fútbol en el predio de la cárcel arrojaron la pelota hacia afuera del recinto y desde el exterior le devolvieron una igual, pero que estaba cargada con los citados elementos. Los vigilantes detectaron la situación notando que el peso no era normal y que el partido se había dado por finalizado rápidamente y abrieron la pelota en cuyo interior había dos kilos de marihuana, cocaína, hatchis, celulares y chips. Dos de los presos considerados responsables del plan, declaraban ayer ante la Fiscalía en Melo.