Athlético Paranaense se coronó campeón de la Copa Sudamericana por segunda vez en su historia. Tres años después del título obtenido en su casa y por penales frente al Junior de Barranquilla, el cuadro que eliminó a Peñarol en las semifinales venció al Bragantino 1-0 en el Estadio Centenario.
Pero la noticia para nosotros es que el ariete mirasol Agustín Alvarez Martínez, con 10 anotaciones, se convirtió en el goleador de la Copa.
El equipo de Red Bull fue superior en el arranque impulsado por la habilidad del argentino Tomás Cuello, quien se mostró peligroso por el sector izquierdo. Desde ese lado tuvo una doble llegada a los 20’; primero buscó el gol olímpico pero el arquero Santos lo impidió, y segundos después remató al segundo palo, pero el derechazo salió apenas desviado.
El conjunto de Curitiba reaccionó con un remate de David Terans, quien empezó a gravitar por izquierda y participó del gol. Pedro Henrique lo encontró en el área con un gran cambio de frente, el uruguayo le quemó las manos al arquero Cleiton con un zurdazo y el rebote lo capitalizó Nikao, quien abrió la cuenta con una buena tijera a los 29’.
Luego el partido cayó en un pozo. Athletico Paranaense, un equipo que ya ante Peñarol había demostrado ser poco vistoso y muy práctico, supo defenderse y le cedió la iniciativa a su rival, que por momentos no supo qué hacer con la pelota. Con Helinho y Artur neutralizados por los costados, al conjunto de Mauricio Barbieri le costó generar peligro.
Con los circuitos de fútbol desconectados y el reloj obligándolo a ir al frente, Bragantino movió fichas y terminó tirando centros para Alerrando, Gabriel Novaes y el venezolano Jan Hurtado. En uno de esos envíos reclamó penal de Ze Ivaldo por un agarrón sobre Ytalo que bien pudo haberse cobrado, pero los árbitros uruguayos entendieron que se dejó caer y exageró.