La ciudad está adormecida, me decía un taxista que hablaba bastante bien el Inglés, es que el Estado de emergencia decretado por la Pandemia ha afectado la vida de la ciudad en cuanto a su intensidad, si bien Japón está lejos de estar arriba en los rankings, tienen muy pocos casos cada 100 mil habitantes, han venido en aumento y con ello la preocupación de la gente se nota, es por tanto que la simple “recomendación” de no salir, ya es suficiente para que salvo en caso de extrema necesidad, la gente no salga, todo el mundo de estricto tapaboca incluso en la calle sin importar las altas temperaturas y la humedad. Por la ciudad se ve más bien gente muy joven, hay muchos locales como bares y restaurantes cerrados, que como en todo el mundo, ello ha provocado caída del PBI que ha llevado a una recesión económica preocupante. Recordemos que su vecino China, ya hace rato que está otra vez en franco crecimiento, y es una carrera que a Japón no le hace gracia perder.
Si bien lo que se ve en las calles es sólo parcial, pues por debajo de la ciudad hay casi otra ciudad subterránea, con calles y cuasi avenidas peatonales, cientos de líneas de metro y tren que conectan la inmensa ciudad por la que se mueven millones de personas a diario, sólo la estación cercana al hotel, Shinjuku Station, se mueve por día la población de Uruguay.
La organización de los juegos, como era de esperar, ha sido fantástica, las Sedes son impresionantes y la gran mayoría nuevas, que, lamentablemente no han podido vestirse de fiesta ante la falta de público, y eso se siente, el deporte sin público no es lo mismo, incluso a este nivel donde compite la elite mundial, han puesto música y transmiten el partido para darle color, pero no es mucho lo que mejora. Los decenas de miles de colaboradores voluntarios hacen su intento también, es claro que los han instruido a bailar y moverse alentando cuando el que transmite el evento los incita, pero se nota de lejos que es muy forzado, coincidiremos en que la gracia y la espontaneidad no son una de las principales virtudes del japonés, yo estuve en Rio 2016 y la diferencia es impresionante, pero aquí si les dicen que aplaudan, aplauden, y lo hacen bien. La Organización tampoco ha permitido que compañeros de los que compiten concurran a alentar, entonces son eventos deportivos del más alto nivel, con infraestructura impresionante, pero le falta calor.
Por la calle, la verdad que, salvo los carteles de marketing, no se siente que en Tokyo se esté viviendo el mayor evento deportivo mundial, tampoco hay bares y restaurantes del estilo que conocemos con grandes pantallas donde se pase deporte, aquí el lugar escasea. Entonces la mayoría de los locales son chiquititos, por lo que es bastante complicado encontrar donde ver un evento, y para colmo si llega a haber una pantalla de TV, ellos se copan con el golf, el beisbol, y el ping pong.
La tecnología está presente claramente en la televisación de los juegos, y es extraordinaria. Ayer en el ciclismo me quedé un rato mirando a 2 europeos encargados de manejar la cámara que está sobre la pista, atada con lingas a las 4 esquinas del Estadio, la verdad que impresiona y logra tomas espectaculares.
Comentaba en el artículo anterior, que esa tecnología que tanto facilita y mejora la vida cotidiana, en el mundo está teniendo el efecto adverso de que se destruyen miles de puestos de trabajo, y los que se crean son muchos menos, y requieren mayores capacidades, por lo que queda una gran porción de la población fuera del mercado. Recorriendo la ciudad uno se da cuenta que Japón, de forma soslayada, subvenciona a parte de esa población relegada. Me llamaba la atención que, por ejemplo en una obra en la calle, había 4 ó 5 funcionarios dirigiendo el tránsito cuando claramente con 1 sería suficiente, y en general personas mayores, evidentemente no es un problema de ineficacia, ni tampoco de gestión, los japoneses son maestros en ello, sino que se ha optado por dar trabajo aún a costa de eficiencia económica, claramente es mejor “perder” recursos económicos dando trabajo, que dando dinero sin retribución a cambio, desde hace mucho tiempo tienen ciertas cosas básicas muy claras, que desde nuestro lado del mundo, nos cuesta entender.
El tema de los indigentes (homeless) también ha sido de discusión. En Tokio existen, como en todas las ciudades del mundo, y vienen aumentando fruto de la recesión, y se dice que los han intentado correr para que la ciudad luzca mejor. Al verlos, en general debajo de los puentes, se nota una gran diferencia con lo que lamentablemente vemos en nuestro país, tienen sus cosas prolijamente dispuestas y respetan las normas, por ejemplo en cuanto a los desechos. Otra cosa que me ha llamado la atención es que no hay perros, ni gatos, quizá por ello a la noche entre la basura que espera ser recogida, es común ver las ratas haciendo de las suyas. Al otro día ya está todo limpio y ni rastros de los roedores, también respetan las reglas y sólo pueden salir por las noches.
(Las opiniones vertidas son absolutamente personales y no comprometen la opinión de ninguna Organización)