Debo ser sincero y la verdad es que me cuesta escribir sobre economía en estos momentos,  preferiría escribir sobre viajes, sobre educación, o incluso política como el artículo anterior, me es difícil porque significa abordar, en un momento más que complejo, un aspecto de la vida de la sociedad que invariablemente nos afecta a todos, e incide especialmente en la forma de vivir. Si bien siempre escuchamos decir que “lo importante es la salud”, y sin dudas es lo primero, en la medida que hasta ahora ello no ha sido un problema en el Uruguay, no sé si gracias a Dios, a nuestra conducta, a los liderazgos gubernamentales, o gracias al mate, pero es una realidad, y sin embargo desde el lado de la economía vaya que fuimos y seremos gravemente afectados, los resultados negativos aún están lejos de verse en toda su dimensión.

Entonces escribir de economía es adentrarse en un panorama tétrico, que afecta y afectará a miles de uruguayos que perderán sus empleos definitivamente, a muchas empresas que no podrán aguantar el ventarrón y no podrán subsistir, en definitiva significará retroceder varios casilleros en el desarrollo del país, y no durará meses, sino años, seguir como estamos ahora a media máquina no es viable ni siquiera en el corto plazo, pedirle a un restaurante que trabaje con la mitad de las mesas no es factible, porque en Uruguay hay que estar a tope de ingresos posibles para poder cubrir los altísimos costos.  De ninguna forma el hecho de que es un problema mundial y que hay muchos peores es un paliativo, mal de muchos consuelo de tontos. 

La crisis generada por el Virus a nivel mundial es algo sin precedentes en la historia, es una crisis que tiene una característica única, es una crisis del lado de la Oferta y al mismo tiempo del lado de la Demanda, al pararse abruptamente la economía, al encerrarse la gente, no se consume pero tampoco se produce, entonces no sólo el efecto negativo se da porque los productos y servicios dejan de consumirse y con ello baja la recaudación impositiva, las comisiones por venta, etc., sino que tampoco se producen, por lo cual la gente pierde sus empleos porque las fábricas y empresas paran o incluso cierran. 

El último informe emitido por el Fondo Monetario Internacional (FMI), en su reporte actualizado de "Perspectivas Económicas Globales", expresa que el impacto ha sido aún más negativo que lo previsto, pronostican una contracción mundial cercana al 5%, y especialmente prevén "catastróficos efectos sobre el empleo”, expresan que la reducción de horas de trabajo sería una pérdida equivalente de más de 300 millones de empleos a tiempo completo. 

Se esperaba que la crisis y recuperación fuera en V, ahora ya se espera que a lo sumo sea en U, o sea con un buen tiempo de estancamiento en el medio. De las grandes economías mundiales sólo China crecerá este año, justamente los Chinos!!!, de todas formas, por más que todos vean resentida su actividad, cobra especial relevancia la situación en la que te encuentras antes de “contagiarte” con la debacle mundial. 

Y es en ese sentido que América Latina (AL) está particularmente mal parada, salvo excepciones, más allá del crecimiento de principios de Siglo sustentado básicamente en el boom de los commodities, los países  de la región no han sido capaces de crear fortalezas duraderas y sustentables, hemos repartido el pescado, pero muy poco de aquello de enseñar a pescar, entonces se ha crecido y se ha mejorado la distribución de la riqueza pero mediante transferencias del Estado, y no de forma genuina; ya antes del Virus la gran mayoría de los países estaban sin crecer, con problemas crecientes de desigualdad, con inversiones en caída, y problemas en el mercado de trabajo. 

Uruguay lamentablemente no es la excepción, los últimos datos conocidos de las Cuentas Nacionales nos indican que ya estábamos en Recesión antes de los efectos del Virus, la caída del PBI en el 1º trimestre en la comparación interanual fue la mayor en 17 años, y ni hablar del desempleo creciente y la caída de las inversiones que lleva ya varios años. 

De las más de 200 mil personas que han ido al Seguro de Paro seguramente no todos vuelvan a trabajar cuando esto amaine, si es que lo hace, y sumado ello a los problemas en los resultados de la educación (hay más de 1 millón de uruguayos que no terminaron Secundaria), nos indican que tendremos grandes dificultades para adaptarnos al mundo del trabajo que se viene, que será indudablemente más tecnificado, más competitivo y donde habrá menos lugar a la ineficiencia y a lo improductivo. 

Gracias a UPM esperábamos crecer éste año una cifra cercana al 2,5% del PBI, y seguramente la economía caiga 3 % o más, o sea que la economía en su conjunto dejará de generar este año algo más de 3 mil millones de dólares, y ni hablar del déficit fiscal que ya traíamos que superaba el 5 % del PBI, en fin, si bien en términos comparativos estamos lejos del descalabro de Argentina por ejemplo, la situación será embromada. 

¿Qué hacer?, es una pregunta a la que nadie tiene una respuesta definitiva, sin embargo parece haber anuencia mundial de exigir a los Estados un rol preponderante, la teoría de J. M. Keynes ha repuntado con fuerza, el problema en AL (Uruguay incluido) es que, otra vez salvo excepciones, la situación fiscal precedente era muy complicada, entonces no es sencillo que el Estado invierta sin resentir en demasía la situación fiscal, pero parece que no hay muchos caminos alternativos. 

Vale mencionar que ese rol activo del Estado puede darse invirtiendo directamente, o generando subsidios o exoneraciones para la inversión privada renunciando recaudación de tributos, si bien esa estrategia tiene algunas ventajas, en cuanto a las Cuentas Públicas en el mediano plazo los efectos económicos son similares. 

Por suerte aún sobran los préstamos internacionales baratos y seguimos siendo considerados un país que honra sus compromisos, los finlandeses siguen decididos a venir, y estamos prendiendo velas para que vengan muchos argentinos huyendo del desastre, (ahora me pregunto ¿por qué  abandonamos aquella idea loca del puente faraónico de Colonia a B. Aires?), en fin, por ahora sigamos festejando que el Virus no nos quiere demasiado y disfrutemos de ese medio vaso lleno, y más vale ni pensar, y aún menos escribir sobre Economía. 

(Los comentarios son estrictamente personales y no comprometen a ninguna Organización).