Luis Suárez todavía no fue dirigido en un partido oficial por Quique Setién porque el nuevo entrenador culé llegó a Barcelona cuando el “Pistolero” se estaba recuperando de la lesión que lo alejó desde enero de las canchas.
De todas maneras, la ansiedad del regreso no la tenía sólo el propio jugador y lo demostró el cuerpo técnico del equipo catalán, que en más de una ocasión hizo referencia a que contar con el salteño iba a ser clave e incluso iba a ser considerado como un “gran refuerzo en este mercado del confinamiento”.
La espera terminó el sábado, cuando Barcelona volvió a los entrenamientos individuales en el Complejo Deportivo del club y que contó con la presencia del uruguayo como uno más del plantel, haciendo ejercicios con la pelota.
Un paso más para volver a la actividad oficial, pero en esa espera está todo el plantel de Barcelona y también cada uno de los equipos de la Liga de España, que por estas horas define un plan y una fecha de regreso a la actividad para poder así darle fin a la temporada 2019/20 que, por el momento, tiene como único líder a Barcelona.
Pero si de Luis Suárez se hace referencia, el salteño volvió a demostrar su esencia y esa lucha que lo identifica tanto dentro como fuera de la cancha. Porque sorprendió a más de uno con una recuperación que llevó menos de lo pensado y que además fue acompañada de un buen estado físico, pese a que lleva cuatro meses sin jugar de manera oficial.
¿Hubo críticas? Por supuesto que sí y rápidamente se encargó de callarlas como lo ha hecho a lo largo de su carrera cada vez que lo atacaron.
Una vez más buscará demostrar en cancha que sigue vigente y que a sus 33 años sigue siendo el mismo goleador letal que ya lleva seis temporadas defendiendo la camiseta de Barcelona y que lo llevó a ser uno de los protagonistas principales de la historia del conjunto blaugrana.