Pero en esta oportunidad, las historias de la isla Pichón sobre el Río Negro trae a la memoria (por lo menos de los ya mayores) un episodio que cruzó de Sur a Norte y de Este a Oeste el territorio uruguayo.
Fue cuando, en 1985 dos residentes dijeron haber observado una figura humanoide de luz destellante que pareció avanzar sobre la casa que habitaban. En efecto, Juan Pedro Aguiar, funcionario de la Dirección Parques y Faunas del MGAT y María Estrella, su compañera relataron lo sucedido en las primeras horas de la noche cuando comenzaba 1985.
El relato que hacía la mujer era verdaderamente sobrecogedor, contrastando su actitud de tomar como arma un machete con la de la figura que parecía estar suspendida a medio metro del suelo. Aguiar afirmaba que no vio a ninguna figura pero sí le llamó la atención los intensos ladridos del perro y el extraño ruido que escuchó simultáneamente.
Al día siguiente, numerosos investigadores recorrieron la zona y al igual que los protagonistas, no encontraron ninguna explicación coherente con el hecho. La pareja estaba integrada por los últimos cuidadores que el estado tuvo habitando las islas fiscales del Río Negro.
Hoy con 83 años, María Estrella le contó a Hourcade no sólo aquella vivencia sino otras difíciles de imaginar como la forma en que terminó casándose con Aguiar con quien vivió más de 20 años en la isla, los artículos se complementan con sobrecogedoras fotos de lo que queda de la casa y de las tareas de pesca.
Pero el artículo merece ser leído de punta a punta sobre todo porque Hourcade avanzó en la investigación trayendo el testimonio del remero Rouggiero Rasquín que manifestó que un conocido suyo había encontrado extrañas rocas en la isla Pichón en ese mismo año sospechando que se trataba de un meteorito de considerables dimensiones.
También se incluyen los esfuerzos por obtener datos científicos por parte del Centro Austral de Investigaciones científicas de Argentina que había respondido a una foto explicando su extrañeza de que los agujeros de la piedra no suelen darse en los meteoritos, un testimonio que bien vale la pena y que el autor ofrece generosamente a través del sitio https://sorianofluvial.blogspot.com