Puede considerarse que está finalizada la zafra triguera de este año, que será sensiblemente superior al 2017, alcanzando un promedio de casi 3.700 kilos/há. Según la Oficina de Estadísticas del MGAP, la superficie total sembrada supera las 446.000 hectáreas, un 7% mayor que la del año pasado.
Los cultivos de verano le dejarán a los productores y en consecuencia al país, un resultado alentador que no sólo permite superar con holgura los números del año pasado, sino que permitirá equilibrar las cuentas y para muchos pasar al frente.
En 2017 según las estadísticas del MGAP se habían destinado 420.000 hectáreas para grano seco, mientras que la superficie total sembrada con cultivos de invierno es estimada ahora en 446.700.
En trigo, la superficie se estimó en 198.400 hectáreas, previéndose una producción de 727.600 toneladas en momentos en que el precio si bien no es óptimo, es de buen rendimiento económico, al estimarse que cada hectárea sembrada produjo en promedio 3.667 kilos.
Para la cebada, el rinde se calculó (según la misma oficina) en 3.813 kilos que se considera -dice- muy cercano al máximo nacional.
La cebada ocupa hoy 167.300 hectáreas (casi un 10% más que en la zafra anterior) y la superficie de avena para grano seco fue calculada en 26.000 hectáreas, con un rendimiento medio de 2.026 kilos/há.
En cuanto a los cultivos de verano la intención de siembra para la zafra 2018/19 se estimó en 1.100.000 hectáreas (aproximadamente la misma cantidad que la zafra anterior). Ya hay sembradas unas 800.000, dice el informe.
Para la soja, el principal cultivo uruguayo, el área sembrada se estimó en 990.000 hectáreas que es sin embargo un poquito menos que el 2017.