Con visitas a domicilios, animaciones con niños y adolescentes, han desarrollado durante toda la semana una experiencia y convivencia enriquecedora para todos.
Hoy a las 20 horas en los patios de la Parroquia San Juan se estará presentando un pesebre viviente invitándose a todas las familias a acompañar la propuesta.
Crónicas dialogó con algunos de los jóvenes que vienen participando de la misión siendo ellos Mateo Castaña, Tomás Pacheco y Clara Giribaldi, quienes al ser consultados sobre qué razón los mueve a desarrollar esta tarea, indicaron que el colegio es católico salesiano y existe una formación de concentrarse más en la atención a los jóvenes, especialmente de aquellos más carenciados y todo el proceso que se cumplió durante el año se decidió cerrarlo con la misión que se está haciendo en Mercedes y con una convivencia de los misioneros.
Buscan a los niños y jóvenes de las zonas más carenciadas, generándose durante todos estos días encuentros de grupos en un ambiente contenido, con nuevas propuestas, acercándolos entre sí.
Clara quedó sorprendida por la diferencia de vida que tienen estos niños con los chicos de Montevideo, indicando que “ellos viven una infancia diferente a la mía, donde pasamos a buscar todos los días a los niños hay un patio gigante donde están todos jugando juntos, lo hacen también en la calle y eso en la capital del país no se observa y es algo que me hubiera gustado. Por su parte, Tomás está muy motivado en su tarea de misión por la alegría que muestran permanentemente. Cuando llegamos a sus casas nos llaman por nuestros nombres y salen corriendo a nuestro encuentro, siempre dispuestos a acompañarnos con las propuestas que les hacemos.
Usualmente todas las tardes se cumple una tarea de “patio libre”, luego hay algunos encuentros de fútbol, entretenimientos con aros, cuerda y luego se dividen por edades proponiéndoles otros entretenimientos, abordándose temas vinculados con la iglesia.
Mateo finalizó expresando que en la semana que se comparte con otros jóvenes se generan vínculos y el apego con los niños es significativo y siempre les decimos a todos quienes participan en la misión que “tenemos un corazón desprendido porque nunca nos olvidamos de ellos, sino que somos un instrumento de Dios que venimos en este caso a Mercedes a generar una semilla, una idea para que esta germine indicándoles que aquí en la Parroquia San Juan tienen a la Hermana del Divino Salvador que pueden seguir apoyándoles cuando lo necesiten”.