En “Villa Mariana” quienes desde hace seis años dan su apoyo y asisten al comedor del Padre Martín, tuvieron su momento de unión, celebración y agradecimiento. Fue a raíz de ese momento que Juan hizo llegar este mensaje muy especial.

"Les recorté la página del diario Crónicas Mercedes al que nos interesa agradecerle por su atención tan dedicada y especial, donde habla de la nota escrita por uno de los comensales, Carlos, que  describe a esto como “Un asentamiento Humano” donde la tenaz “Resiliencia” destaca a los participantes. La importancia de tener en la Parroquia Pío X un Párroco sensible, actualizado con un gran amor por el prójimo y una especial atención a quienes menos tienen “el Padre Martín Ponce de León” Párroco de Pío X. Aquí están notas sobre nuestro trabajo que ya lleva seis años de labor ininterrumpida, es un comedor que lo hacemos en un estilo diferente, lo llamamos “Mesa Compartida”, porque no les damos un plato de comida, simplemente nos sentamos con ellos a compartir un plato de comida, nos nutrimos de sus vivencias, de sus temores, de sus problemas y de sus alegrías, les aseguro que es una experiencia muy rica, única para poder vivir lo que nuestros invitados viven, indigentes, cuida coches, los que están fuera del sistema, los que por alguna razón no tienen para comer, aquellos que la vida los llevó al alcohol o a la droga, a todos, porque están los que hacen changas ya que no hay trabajo, todos se sientan compartiendo con nosotros, nadie es más que nadie y nadie es menos que nadie, están los que tienen buenos trabajos y ayudan con su aporte, los que dejan sus familias y vienen a colaborar con una “cocinada de guiso” (como le llaman los comensales), habemos quienes tenemos mucho trabajo durante la semana y le sacamos un ratito de tiempo a nuestras familias para compartir este momento con quienes son también “Familia” y no los veíamos, están en la calle y no los vemos, entiéndase, yo no los veía. 

Es un pequeño aporte que hacemos quienes dejamos un tiempo de estar en lo cotidiano para integrarnos a gente con una vida muy difícil y muy compleja, pero son iguales a nosotros, ellos con sus problemas y nosotros con los nuestros. 

La verdad es que es un momento en que se disfruta mucho el regalo de la vida que se nos da en el día a día. Podemos hablar de todos los problemas que ellos tienen y nunca entender por qué tomaron un camino fácil en el alcohol o la droga o podemos hablar de temas inimaginables como de la teoría de la “Creación” al mejor estilo de los dos más nombrados científicos George Ellis Ph.D. y Stephen Hawking o la teoría de la relatividad con la aceleración nuclear de Albert Einstein, como también hablar de cómo apretaron a uno de los integrantes que robó algo para satisfacer su necesidad de la adicción o de cómo zafó de una paliza porque no tenía dinero para pagar el lugar de cuidacoches, hay de los temas más inimaginables que de allí salen en esta “Mesa Compartida”. 

También aparece un Luis que le gusta hacer sobremesa deleitándonos con un Tango cantado a capela o los agarres por discusiones de los sabios del Fútbol, “El Coyita”, que quiere sacar el técnico de Peñarol y poner el de Palmitas!!!!!!, además el del Padre Martín que le da más cuerda y se pone buenaza la discusión totalmente volada e incongruente pero muy divertida (las grandes cargadas que me hacen por la situación de mi querido ideal político, al que respetan mucho y claro de la boca para afuera frente a mí son todos de mi grupo, frente a Guillermo son todos del grupo de él, ellos siempre quedan bien,  estoy seguro que se van y siguen con sus ideales y eso es lo valorable). 

El grupo de trabajo generalmente lo componemos personas que alguno es Asistente Social, a veces nos ayuda una licenciada, tenemos siempre algún médico amigo del Padre Martín que desde el silencio se nos arrima facilitando alguna revisión y a una Doctora en Odontología que jamás deja de invitar a su consultorio a los más necesitados para irles arreglando los dientes, claro a quienes quieren ir; algún productor ganadero y su señora (una persona muy especial), que siempre está viendo si les faltó algo, la carne y las verduras, algún bolichero que no quiere que falte su aporte de comestibles, bebidas gaseosas a precios de bajo costo. Y los grandes muchachos, los comensales que de allí salen con un “tap” con su comida para luego compartirla con su familia, esposa e hijos, y otros que ya no les queda ni hogar y se llevan para paliar el crudo frío de la noche. 

A veces es difícil de explicar esto que también es vida, vida en comunidad. Ustedes habrán notado que en estos grupos difícilmente se hable de “la Iglesia”, no es por excusar, pero hemos entendido que hay tantos Ateos, gnósticos, Católicos, etc. Todos son humanos hijos de Dios y aquí hablamos de compartir con gente que vive y está entre nosotros, aunque cada uno tiene clara su condición.

Aprovecho que los contactos que hoy uso desde la web, es la herramienta en que logro llegar a ustedes, algunos ni me conocen personalmente pero saben que estoy y que pienso, sé que lo saben, por eso quiero compartirle esta pequeña alegría de llegar a un sexto año de continua labor con el que necesita y aprovechar todo esto para decirles “estamos” y necesitamos siempre de una colaboración y si nos visitan un día en Mercedes, los estaremos esperando para que compartan con nosotros un plato más de comida, siempre hay un plato más de un guiso bien caliente. 

Además si pueden ver lo que nosotros vivimos con esta gente, y les puede sobrar alguna colaboración, sepan que la Parroquia Pío X se los agradecerá y ustedes mismos serán agradecidos sabiendo que hicieron y dieron por algo loable, noble. 

No se si algún día se reinsertarán en la vida cotidiana llevando siempre su cruz, sí sé que hemos logrado que doce de ellos trabajen, algunos de vigilantes, otros en diferentes lugares, obras en construcción o en changas que nos aparecen y a los que no se recuperan sí nos reconforta que allí van bien y eso es mucho, otros se nos han ido de esta vida y siempre los recordamos porque la obra de ellos nos quedó y la comentamos constantemente. 

Lo que no se han recuperado   los dejamos en sus mundos, ojalá que algún día se sumen a los que ya salieron, a los que ya van a trabajar en el día a día, que lograron esa suerte de tener un trabajo,  pero que jamás faltan a “la Mesa Compartida”.