Lo que iba a ser una jornada de celebración, se transformó en un episodio depresivo al que no le encuentra explicación ni siquiera el principal de la empresa William Johnson.

El grupo estadounidense se había unido al emprendimiento en 2014, unos meses antes del apartamiento de Lucía Viana, que junto a Johnson conformaban el gurpo Johnson - Viana, principales accionistas de Cereoil  y Molino Dolores. Ayer Johnson estaba en Buenos Aires realizando gestiones ante los bancos cuando recibió dos noticias simultáneas: por un lado la satisfacción de ver concretado el anhelo de instalarse en la playa de la Agraciada después de seis años de tratativas y casi al mismo tiempo la información de su abogado de que el socio minoritario se había presentado en el Juzgado de Montevideo pidiendo el concurso de acreedores.

Johnson no encuentra explicaciones al hecho, porque no había tenido ni diferencias, ni falta de diálogo, pero sostiene que "este tipo de cosas no se deciden de un día para el otro".

Cereoil tenía pensado invertir 200 millones de dólares en la planta de Agraciada aunque como el empresario lo reconoció, la empresa tenía problemas "como muchas otras, con atrasos en los pagos, pero nada que no pudiera revertirse".

A nivel local el Intendente Bascou dijo que hasta ahora lo único que conoce es que hubo un tema societario, mientras el Senador Besozzi, uno de los principales impulsores de la iniciativa, tenía apagado su teléfono cuando Crónicas intentó conocer su opinión. 

Dispuesto a dar explicaciones pero reconociendo que no entiende lo sucedido, el principal accionista de Cereoil habló con la prensa. Lo hizo en "Amaneciendo con el campo" de Radio Carve, únicas declaraciones conocidas hasta ahora.

Johnson reconoció la contrariedad de las dos novedades recibidas simultáneamente (la autorización para instalarse en Agraciada y la presentación a concurso de acreedores).

Para Johnson el primer permiso de autorización recibido el jueves "queda totalmente empañado" por los sucesos posteriores. "Para mí -agregó- fue una sorpresa total. Me encontraba en Buenos Aires viendo renovaciones de las líneas de crédito con los bancos que están allá y me enteré que el accionista Seaboard se había presentado en el Juzgado pidiendo el concurso".

"Sólo puedo hablar desde el desconocimiento. Me imagino que es un acto pensado por ellos, porque todo acto pensado persigue un fin y lleva tiempo reunir la información y presentarla y tanto como yo están sorprendidos cualquiera de los que trabajan en Cereoil."

En relación a la situación financiera reconoció que hoy se vive una realidad  para varias empresas que han sido golpeadas en este rubro desde hace un par de años, pero todo se iba solucionando, los bancos estaban apoyando y los proveedores y productores se adecuaban a la situación compleja.

Reconoció que "atrasos hay, como en todo, no somos la única empresa con atrasos".

"El relacionamiento con Seaboard no era malo, era de trabajo, pero la realidad es que mientras yo estaba negociando con los bancos, la otra parte disponía algo totalmente contradictorio.

Lo de la Agraciada se consideraba desde hace un tiempo como inminente y debería haber jugado a favor, por lo tanto hasta que no vea qué es lo que se presentó en el Juzgado, no tengo elementos para decir algo concreto".

Sobre el futuro, Johnson admitió que "ninguna empresa que se presenta a concordato queda bien parada. No es lo mismo lo que ocurre en Estados Unidos, donde la empresa sigue trabajando y sale adelante. No hay nada perdido, se va a trabajar para salir adelante, pero será muy difícil. Esto es inédito, yo nunca escuché un caso similar.  Llevamos dieciocho años de trabajo en el rubro, hemos contribuido sustantivamente al desarrollo del país, tenemos 250 empleados y por tanto vamos a buscarle una solución".

Johnson explica más adelante que "el financiamiento para el proyecto de la Agraciada, estaba basado en el aporte de un socio "con espalda suficiente" de carácter internacional que le diera una mano. Seaboard era el eslabón fundamental. La primera etapa era la obtención del permiso en el que trabajamos duro para convencer a la Comisión Nacional del Patrimonio. El tema financiero llegaba después."

Johnson no tiene dudas que esta situación va a enlentecer todos los trámites y va a contribuir a entreverar información obrando de manera negativa para la consolidación de futuros proyectos. Prefirió no dar cifras respecto a cuál es la deuda actual de Cereoil, pero sostuvo que no es un tema de deuda.

La inversión que se tenía pensado para Agraciada era de 200 millones de dólares".

Claves del Misterioso Vuelco Financiero

12 de Julio de 2012 - Una delegación de la empresa concurre a la Junta Departamental para explicar el proyecto que finalmente resultaría rechazado.

8 de Enero de 2013 - El Ministerio de Medio Ambiente confirma que el proyecto Centro Logístico y Planta Aceitera se instalará en el padrón 4264 de Colonia Agraciada, accediendo desde la Ruta 21 y que prevé instalar un muelle para embarcaciones oceánicas y barcazas, tendiente a procesar soja a razón de 3.000 toneladas por día.

19 de Marzo de 2013 - Los ediles de la Junta Departamental de Soriano deciden postergar la venta de los padrones de Playa de la Agraciada  en atención a la característica patrimonial. La reunión dura tres horas y media y termina con algunos incidentes en la puerta.

2 de Mayo de 2014 - En Paraguay se especula con la posibilidad de que Cereoil radique inversiones en ese país tras las demoras en habilitar la construcción de la aceitera de Soriano. Se asegura que la empresa compró tierras cerca de la localidad paraguaya de Villeta.

1º de Diciembre de 2014 - El conglomerado estadounidense Seaboard Corporation adquiere el 45% del paquete accionario de Cereoil incluyendo el Molino Dolores. Entre los datos se asegura que la empresa emplea más de 23.000 trabajadores en el mundo y está presente en varios países de América.

20 de Julio de 2016 - Lucía Viana se desvincula de Cereoil y junto a una compañía china compra el ex frigorífico Ottonello, que estaba en manos de los empresarios uruguayos Roberto y Gerardo Pérez.

De Sorpresa en Sorpresa. Un Desenlace en el que Nadie Pensaba

La empresa Cereoil que había recibido ayer el aval de Patrimonio para inversión en aceitera por US$ 200 millones se declaró en concurso.
Mientras el principal accionista de una de las principales exportadoras de granos de Uruguay, Cereoil, y propietaria de Molino Dolores, se encontraba en Buenos Aires buscando la renovación de líneas de crédito, su socio minoritario -la estadounidense Seaboard- solicitó ayer sorpresivamente ante la Justicia declararse en concurso de acreedores. El mismo mismo día la empresa obtuvo, luego de 6 años de gestiones, el visto bueno de la Comisión de Patrimonio para instalar una aceitera en la zona de La Agraciada con una inversión prevista por US$ 200 millones.

La información fue confirmada  por el director de Cereoil, William Johnson, a Amaneciendo con el Campo de radio Carve. El empresario uruguayo que tiene el 55% del paquete accionario de la empresa. El restante 45% está en manos del grupo estadounidense Seaboard, quien se sumó al emprendimiento en 2014 para darle una mayor "espalda financiera" el emprendimiento agroindustrial, según comentó Johnson.

El director de Cereoil dijo que la "buena noticia" que recibió la empresa con la habilitación para construir la aceitera tras 6 años de gestiones se "vio totalmente empañada" por la determinación que tomó su socio minoritario de declararse en concurso de acreedores, una acción que nunca fue comunicada a su accionista principal.

Si bien el ejecutivo prefirió no manejar el pasivo actual de Cereoil, Johnson admitió que la empresa viene siendo golpeada desde hace un par de años como varias empresas del sector, pero "el barco venía navegando. Los bancos estaban apoyando", destacó. "No creo que seamos la única empresa con atrasos. Hoy todo el sector está atravesando dificultades", recordó.

De acuerdo a los datos que figuran en la Central de Riesgos del Banco Central, Ceroil cuenta hoy con línea de créditos vigentes con instituciones financieras locales por US$ 46 millones, con una calificación de 2A (deudores con capacidad de pago adecuada) y 2B (deudores con capacidad de pago con problemas potenciales). Esta información no incluye las posibles líneas de crédito que la empresa pueda tener con bancos del exterior. Cereoil cuenta hoy con una plantilla de 250 trabajadores.

De acuerdo a las declaraciones de Johnson, el "relacionamiento" con el socio minoritario "venía siendo bueno", pero eso causó "sorpresa" la determinación del concurso. Dijo que justo ayer estaba en Buenos Aires reunido con uno de los bancos que opera con la empresa para buscar extender las líneas de crédito, "y, por otro lado, se presentaba el concurso; es algo incongruente", reconoció el ejecutivo.

El director de de Cereoil indicó que "ninguna empresa" que se presenta a concurso en Uruguay "queda bien parada. Acá va ser mucho más difícil. (Pero) no hay nada perdido, se va trabajar para buscar una solución", aseguró Johnson. El empresario recordó que la llegada de Seaboard estaba atada a buscar un socio con "espalda internacional" para desarrollar el proyecto de la aceitera en la zona de La Agraciada.

Seaboard Corporation tiene su sede en Kansas, Estados Unidos, y se desempeña en el sector de alimentos, tabaco, servicios navieros, energía, entre otras actividades. Emplea más de 23.000 trabajadores en el mundo, y está presente en varios países de América Latina y el Caribe, entre los que figura Argentina, Chile, Perú, Colombia y Venezuela.