El empresario Jorge Enrique Moller vinculado a la empresa Dos Banderas, sufrió junto a su esposa y su hijo una grave situación de violencia salvando su vida al simular su muerte.
El hecho ocurrió en Paraguay donde desde hace algún tiempo Moller reside con su familia y sostuvo que los delincuentes le hicieron vivir una situación terrible, ya que además del robo los delincuentes manifestaron una particular violencia tras ingresar al domicilio a punta de revólver y exigir la entrega del dinero que estaba en su poder, maniatándolos, amordazándolos y sometiéndolos a violento trato. Relató que a él y a su hijo los ataron espalda con espalda, tapándoles los ojos y amordazándolos.
El atraco perpetrado en la residencia de los Moller en San Juan de Paraná duró aproximadamente una hora y media con constantes amenazas mediante la colocación de armas en la cabeza. Luego de separarlos fue trasladado al sector de la cocina tras hacerlo arrodillar, intentaron asfixiarlo colocándole una bolsa de plástico en la cabeza. Tras unos dos minutos le colocaron más cinta en la boca con la finalidad de asfixiarlo. Posteriormente lo taparon con frazadas, no obstante lo cual pudo continuar respirando.
Los asaltantes eran dos y Moller no tiene explicaciones para la intencionalidad manifiesta solamente contra él ya que no hubo resistencia ninguna. Tapado con la frazada colocó sus manos sobre la cabeza y escuchó cuando uno de los delincuentes le disparó dándole en la mano y en la cara.
La señora de Moller dijo haber escuchado el sonido de la moto en la que los delincuentes se alejaron y liberó a su esposo.
Uno de los delincuentes fue apresado poco después por la policía en razón de las ostentosas compras que realizó, recuperándose prácticamente todo el dinero robado.
El autor de apellido Morel, propietario de un taller, contó con la colaboración de un menor a quien le pagó 2 millones de guaraníes, aunque habría otras personas involucradas.