Los Ministros de Corte Jorge Chediak y Ricardo Pérez Manrique, encabezarán la visita de cárceles que mañana jueves tendrá lugar abarcando Soriano y Río Negro.
Las cárceles de Pense y Cañitas respectivamente serán visitadas por los jerarcas de la Suprema Corte de Justicia, donde podrán disponer algunas libertades anticipadas.
Situación Especial
La visita a Pense coincide con un momento particularmente atípico en razón de la reyerta que estalló el lunes a la noche y producto de la cual quedaron numerosos destrozos dando lugar al traslado de unos veinte reclusos, diez de los cuales ya fueron derivados a otras instituciones de reclusión.
El Jefe de la unidad penitenciaria, Tte. Luis Rosas, evaluó en 353 el número de reclusos en la actualidad, largamente excedidos de la capacidad del establecimiento pensada para 250.
De los daños sobresale el incendio de colchones que afectará las comodidades a la hora de pernoctar y la destrucción del teléfono público cuya reparación y rehabilitación demorará un tiempo por ahora incierto, pero que se descarta dará lugar a reclamos a breve lapso.
El ingreso de droga a la cárcel ha sobrepasado toda estrategia de control, ya que por ejemplo se asegura que aún cuando se establecieron especiales controles y revisación (algunas francamente incómodas para los familiares) los estupefacientes llegan desde el exterior a través del predio destinado a cultivo de huerta, que realizan los reclusos a los que se les arrojan las bolsas durante la noche.
El Suicidio de Febrero
El Comisionado Parlamentario Juan Miguel Petit, solicitó poner fin al trato cruel, inhumano y degradante en cinco cárceles y aunque no mencionó entre estas directamente a Soriano, puso como ejemplo el caso de la mujer que se ahorcó en la cárcel de Pense en el pasado mes de febrero.
Petit dice que en julio del 2016 fue interrogada por haberse infringido heridas cortantes en la muñeca, a lo que respondió que se quería matar por extrañar la familia y sus hijos y buscar urgentemente un tratamiento sicológico.
Ana, la mujer presa, se suicidó en una celda de Pense sin haber recibido el tratamiento sicológico, escribió Petit.
Superpoblación
Petit contabiliza 1.150 personas privadas de libertad en el Uruguay, lo que equivale al mayor índice entre numerosos países del mundo. El Comisionado sostiene que es difícil argumentar que el alto índice (de los mayores de América) se debe a que seamos el lugar del continente con más violencia. El 33% de los presos en Uruguay reciben un trato cruel, inhumano y degradante, citando como ejemplo los celdarios 1 y 2 del Penal de Libertad, los módulos 8, 10, 11 y 12 del Comcar, los pisos 4 y 5 del Centro Metropolitano Femenino, el módulo 2 y la celda externa de la cárcel de Canelones y la cárcel de Maldonado.
Estos lugares encuadran en la tipificación de la Convención contra la Tortura, cometida por funcionarios públicos. A este 33% de la población bajo estas condiciones, se suma otro 41% (unas 3.000 personas más) que viven en pobres condiciones de reclusión con severas carencias de formación para el empleo, oportunidades laborales, educativas, atención de adicciones, salud mental o asistencia familiar.
Los centros más comprometidos son las cárceles de Tacuarembó (187), Salto (158), Canelones (151) y Comcar (134).
Los datos de muertes en las cárceles el año pasado, alcanzaron a 44 personas, 31 de ellas por causas violentas, 16 homicidios, 12 suicidios y 3 muertes en circunstancias no aclaradas.
Los hechos de Pense
Es raro que una cárcel modelo construida a costo multimillonario para albergar a presos de conducta media en la escala de peligrosidad, haya tenido una sucesión de problemas que la hicieran noticia en tantas oportunidades. El Tte. Rosas contó que los celdarios fueron construidos de manera tal que no tuvieran posibilidades de acceder a energía eléctrica mediante tomacorrientes. El único pico lo constituye una luz que se apaga una hora antes de la medianoche.
Sin embargo, los reclusos se ingeniaron para quitar de los tres cables de conexión, el que pertenece a la tierra, que fue arrancado con fines desconocidos. Ello originó cortocircuitos. De esta única conexión los reclusos sacaron energía eléctrica para sus fines específicos, como el de calentamiento de agua mediante sun, y descartaron un ofrecimiento para utilizar caldera eléctrica.
No está debidamente claro si las condiciones de reclusión impiden o no el acceso al agua hirviendo para el mate. En la vieja cárcel de la calle 18 de Julio, había incluso calentadores eléctricos (posiblemente permitidos) en los que algunos reclusos cocinaban tortas fritas, valiéndose de una suerte de sartén.
El vandalismo no está ajeno a estas situaciones en las que el tiempo pasa a diferente velocidad que para el resto de los habitantes. Así, la utilización del agua caliente para el baño se agotó con frecuencia, en razón de que los reclusos no sólo rompieron las llaves, sino que dejaron a propósito el flujo de agua abierto.
Rosas le adjudica diversas interpretaciones a este tipo de cosas, donde probablemente uno o dos sean los promotores, con una autoridad tal sobre los demás que hace que nadie evite los daños.
Familiares Enojados con el Trato
Si bien el ingreso de sustancias prohibidas, celulares, elementos cortantes u otros objetos, son indicados como la causante de las revisaciones, no es menos cierto que los familiares son sometidos a una grosera invasión física, de la que no escapan hombres, mujeres y niños.
En el caso de las mujeres, se ha detectado en alguna oportunidad que en sus propias partes íntimas han pretendido ingresar envoltorios con droga.
Rosas dice que cuando se les indica que van a ser sometida a una revisación a fondo, tienen la posibilidad de negarse. De lo contrario deben no sólo desnudarse, sino colocarse en posiciones más que incómodas, más allá del hecho de que la revisación sea llevada a cabo por una mujer policía.
El caso de los niños no ha tenido solución. Precisamente un menor de 13 años fue encontrado con un paquete de marihuana pegado en su cuerpito. Por estas situaciones pagan todos en general, un hecho que provoca sin ningún lugar a dudas la justificada reacción e indignación de quienes concurren a visitar a los reclusos sin tener el propósito de hacerles llegar ningún elemento prohibido.
La incorporación de un escaner que está en vías de instalación, podría ser una solución definitiva a este problema.
Los plantones al sol y al frío son también motivo de fuerte cuestionamiento.
Recomendaciones
Petit en su informe, incluye muchas recomendaciones. En primer lugar que se ponga en marcha de manera urgente un plan integral de cambios con cronograma, metas y recursos de las situaciones definidas como trato cruel, inhumano y degradante en los lugares identificados.
El segundo punto es también considerado urgente y consiste en suspender el régimen de confinamiento en solitario, y en su lugar generar un programa de alta seguridad.
Otras de las sugerencias son instalar cámaras en todos los espacios comunes (patios, corredores y laterales de los centros penitenciarios), de manera de prevenir hechos violentos y corrupción, identificando así a los internos y tomar medidas. También pide realizar mejoras y dignificar el ingreso de las familias a los penales, implementar un centro de llamadas para atender a las familias de los presos y dar información, impulsar un programa de bibliotecas en las cárceles y entregar a cada persona que ingresa a la cárcel material impreso con sus derechos y obligaciones.
Actividades Educativas
En un relevamiento efectuado en octubre del año pasado, se concluyó que en Soriano de los 276 reclusos que entonces había, un total de 129 realizaron algún tipo de actividad educativa. Ello equivale al 47%.
En Río Negro con 82 reclusos, había 41, exactamente la mitad.
El tema de la droga parece ser uno de los principales escollos para el mantenimiento de la tranquilidad en el interior de los establecimientos. Según cálculos del Tte. Rosas un 80% de los reclusos que están en Pense han consumido algún tipo de droga. De este modo la abstinencia también juega un papel fundamental.
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Revuelta en Cárcel de Pense ha Determinado el Traslado de 10 PPL
La cárcel de Pense ya tiene excedida su capacidad locativa y sólo unos 60 funcionarios entre Policías y personal penitenciario deben controlar a los más de 350 reclusos que se ubican en distintos pabellones, 21 de los cuales son mujeres.
En las últimas horas la Unidad 24 ha sido escenario de momentos de tensión, generándose importantes destrozos en los pabellones.
El Capitán Luis Rosas que está al frente del lugar dijo que ayer la jornada fue tranquila y, justamente debido a los incidentes ya se han registrado unos 10 traslados y se dispondrán en próximos días de otros más.
No hay que olvidar que la Unidad 24 es una cárcel de media seguridad por lo que allí no deben ser alojados reclusos que generen revueltas o que participen de ellas.
Se sabe que aquellos que vienen de otros centros de reclusión traen hábitos no recomendables y luego los replican a donde llegan provocando los problemas por todos conocidos.
El ingreso de drogas es una constante preocupación de las autoridades de Pense, se disponen distintos controles y se han dispuesto revisaciones incluso hasta los docentes que ingresan a dictar cursos. Reconoció que la medida no es simpática pero debe hacerse, al igual que también se viene haciendo con el personal.
En la última revuelta se destrozaron cámara de seguridad y teléfono público que tenían ellos para comunicarse con las familias. Los presos quemaron el aparato y la fibra óptica y eso tiene un costo elevado por lo que no tendrá una rápida solución.
Sin duda que en poco tiempo los del pabellón C querrán contar con el aparato que ellos mismos rompieron, debiendo esperarse lo que resuelva el INR.