Uruguay necesitaría una inversión de 12.000 millones de dólares para crecer a tasas del 2% anual. El Ministro de Economía puso el ejemplo de un hecho imposible para justificar que el futuro no aparece muy auspicioso por lo que el gobierno de Orsi no se caracterizará por lo "estridente", sino por la búsqueda de soluciones caso a caso.
Gabriel Oddone había hablado ayer en el Club de Golf de Montevideo, en una actividad organizada por la Cámara de Comercio, dando los primeros datos sobre la actual administración en materia económica.
Dijo que este es un gobierno que todos los días está resolviendo problemas que vienen de períodos anteriores, pero además está implementando una agenda donde aparecen numerosos desafíos en un escenario más restrictivo que el que Uruguay tuvo años atrás. Los costos de financiamiento para los países como el nuestro van a ser mayores, porque la tasa de interés en Estados Unidos se va a mantener más elevada por mayor tiempo y este gobierno no tendrá la suerte de otras administraciones anteriores del Frente Amplio, porque la situación cambió.
Ello -dijo- constituye un escenario adverso para el precio de los productos exportables y agregó que en materia de incertidumbre, las autoridades de Estados Unidos todavía no han aclarado a Uruguay el alcance de las medidas arancelarias, porque no se sabe por ejemplo, si éstas afectan el comercio intracuotas ni si incluyen los productos cítricos y la madera.
El plan que estamos instrumentando -dijo Oddone- no demanda la necesidad de introducir un ajuste fiscal que suponga un aumento de la presión impositiva, aunque el gobierno se propone aumentar la recaudación básicamente en base a la eficiencia de los órganos recaudadores y a raíz de un mayor y esperable crecimiento económico.