El proyecto que elaboró el Poder Ejecutivo para solucionar la problemática de la Caja Profesional, generó una reacción en cadena tanto de los activos como de los pasivos que no esperaban que se les aplicaran incrementos por encima de lo que ya aportan. El Director Fernando Rodríguez calificó como un desastre el proyecto y aseguró que la gente saldrá a las calles a protestar.
Incrementar la tasa de aportes de los afiliados es algo que el sistema no aguanta y muchos profesionales se declararán en "no ejercicio" porque no pueden aportar los montos que ya exige la Caja, por lo que, aumentar esos aportes solo va a ahuyentar más a los aportantes.
El directivo Fernando Rodríguez criticó severamente que además de los activos se les aplique un nuevo aporte a los pasivos, como "un segundo IASS, lo que es altamente injusto".
El proyecto establece la necesidad de un esfuerzo contributivo especial por parte de los pasivos, estimado promedialmente en un 9%, que representará entre 40 y 45 millones de dólares al año. Quienes perciban pasividades entre 6 y 10 BPC pagarán un 2% adicional; de 10 a 15 BPC un 7,5% y de 15 a 20 BPC un 10%, mientras que los que superen las 20 Bases de Prestaciones pagarán un 12%.
Los activos tendrán un aumento de la tasa con respecto al ficto que pasaría de 18,5% al 22,5%.
La tasa de aportación ya había subido en enero cuando pasó del 16,5% al 18,5%.
La iniciativa también regula los timbres profesionales que serán ajustados y cuyo valor se traslada a través del profesional a los particulares por cada acto.
Los cambios también pasarán por el gobierno de la Caja Profesional reduciendo de 7 a 5 directores, aunque la enorme mayoría de los profesionales deploran el manejo que, durante largos años, hubo especialmente en materia de inversiones fallidas y que llevaron la entidad al borde de la quiebra, siendo varias veces motivo de salvataje, que tampoco dio resultado.