La incertidumbre internacional se agravó ayer después que China le anunció a Estados Unidos que le pondrá aranceles del 84% y Washington respondió con el anuncio de un 125. La guerra hizo que Trump suspendiera por tres meses los aranceles recíprocos para todos los países, excepto al gobierno de Pekín.
La convulsión mundial por la guerra de los impuestos a las importaciones, repercutió en Honduras donde presidentes de varias naciones analizaron la necesaria cooperación para evitar que el desarrollo y la paz de las comunidades quede alterado por disputas económicas.
Concretamente el mandatario uruguayo que habló a su turno en el encuentro de presidentes, dijo que está convencido de que la Comunidad evitará un peligroso debilitamiento del sistema internacional basado en reglas y remarcó la necesidad de contrarrestar un escenario internacional de fuertes tensiones respaldados en el derecho internacional, refiriéndose también a la importancia de reafirmar las reivindicaciones históricas vinculadas con la defensa de la soberanía, poniendo como ejemplo el bloqueo a Cuba y el derecho de Argentina sobre las Islas Malvinas.
Aranceles Disparatados
En medio de todo esto, las últimas expresiones del presidente norteamericano que se burló hasta de sus propios socios indicando que están besándole la cola para negociar acuerdos comerciales a medida. En relación a las solicitudes de negociaciones venida de más de 75 países, Trump autorizó una pausa de 90 días y un arancel recíproco en ese período reducido al 10%, para todo el mundo excepto China a la que aplicará -dijo- un arancel del 125%.
Por su parte, la Unión Europea adoptó sus primeras contra-medidas contra más de 20 mil millones de euros de bienes fabricados en Estados Unidos.
Observadores dicen que si la guerra lleva a Estados Unidos a fabricar sus propios teléfonos, un IPhone pasará a valer 3.500 dólares y que la población del mundo se verá envuelta en una locura de precios de los que nadie podrá salvarse.