Sin dudas el de hoy será el partido más importante de los últimos años para Peñarol. Desde el año 2011, al mando también de Diego Aguirre, que el carbonero no accede a estas instancias de Copa Libertadores de América, por lo que poder estar entre los cuatro mejores del Continente sería algo superlativo, máxime teniendo en cuenta lo que es hoy por hoy el fútbol uruguayo local en el contexto internacional.
Ante sí tendrá a un Flamengo que se armó como para ser campeón, incluso hizo importantes contrataciones antes del partido de ida de estos Cuartos, pero se vio que es un equipo que depende mucho de las individualidades, por lo que si éstas no funcionan, como en el primer partido, la tienen muy brava.
Peñarol le ganó con solvencia y gran autoridad en el Maracaná, esgrimiendo la espada de la solidaridad de equipo y la alta factura individual de cada uno que jugó; fue un partido "redondo". Pero claro, la diferencia es solo de un gol y el aurinegro tendrá que volver a hacer un partido de esas características, incluso aún más concentrado, ya que el "mengao" vendrá herido y con ansias de revancha para así clasificar.
En tal sentido, el Mirasol alinearía a Washington Aguerre en el arco; Pedro Milans, Javier Méndez, Guzmán Rodríguez y Maximiliano Olivera en la zaga; Damián García y Eduardo Darias en la mitad de la cancha; Javier Cabrera, Leonardo Fernández y Jaime Báez como volantes más adelantados y Maximiliano Silvera en la delantera.
Por su parte, Flamengo, que llegó a Montevideo sumergido en un mar de críticas por sus últimas actuaciones, tiene un gran potencial en el plantel y buscará sacar chapa de eso.
Tite, blanco de varias de esas críticas por el juego del equipo, pondría en cancha a un equipo con dos posibles variantes respecto al juego de ida: Agustín Rossi; Guillermo Varela, Fabricio Bruno, Leo Pereira, Alex Sandro; Erick Pulgar o Leo Ortíz, Gerson; Nicolás de la Cruz, Giorgian de Arrascaeta, Gonzalo Plata y Burno Henrique o Gabigol.
El partido se inicia a la hora 19 en el estadio Campeón del Siglo y será arbitrado por el argentino Facundo Tello.