Tina Turner tenía 83 años cuando murió en su hogar en Suiza. La intérprete de "Proud Mary" y "Private Dancer" tocó la cima del éxito con sus manos pero también vivió un verdadero infierno con su primer marido que la sometió a los más bochornosos vejámenes de los que sólo pudo salir dejándole toda su fortuna, pero rescatando la dignidad.
Tina que debió su nombre de pila a Teeny, el apodo con el que su familia se refirió a su pequeña estatura, fue cosechadora de algodón en la total pobreza de la que salió gracias a Ike Turner, que la embarazó a los 17 años recogiéndola cuando la echaron de su casa.
Ike fue un verdadero abusador que pasó la noche de bodas con otras mujeres en un prostíbulo delante de su joven esposa y se quedó con las ganancias de las actuaciones de las Ikettes, un coro conformado por chicas de color que no podían medir más de 1.60 m., ni ser blancas.
El calvario que soportó por más de una década terminó después de una sucesión de golpizas en las que le rompió la nariz varias veces obligándola a cantar enferma y embarazada.
El renacer comenzó en 1977 de la mano de David Bowie que la transformó en una mina de oro con grabaciones, giras y presentaciones hasta 2009 en que se despidió de los escenarios para retomar el amor en Erwin Bach, un productor alemán, con quien se casó en 2013 para vivir en Suiza donde últimamente contrajo un cáncer y una insuficiencia renal que la llevó a la muerte, pese a que su marido le donó un riñón en 2017 para lo cual ella rechazó su nacionalidad estadounidense adoptando la de Suiza.