Al mismo tiempo que se propuso que las inasistencias no serán contabilizadas a los efectos de los pasajes de grado, Secundaria anunció que "todavía no está definido" si se sumará a Primaria en la autorización para interrumpir las clases los días en que juegue Uruguay. Las autoridades resolvieron que esos días habrá clases normales, pero que las escuelas podrán interrumpir las mismas para que los alumnos observen los encuentros.
La decisión está rodeada de indefiniciones, ya que detrás de la noticia se esconde una realidad: muchas escuelas no cuentan con televisores, ni con señales de cable, como para acceder a lo que proponen las autoridades desde los escritorios de Montevideo.
En los hechos se presume que dada la expectativa que ha creado el Mundial, las autoridades exhortarán a las direcciones y éstas dejarán en manos de los padres la posibilidad de que los niños falten en las tres jornadas inaugurales del Mundial y eventualmente las que vengan. Uruguay juega su primer partido el jueves a las 10 de la mañana, luego el lunes a las 16 y finalmente el viernes 2 de diciembre a las 12.