Hablar de aparatos que puedan levantar vuelo partiendo de un punto fijo desde el duro piso, no es posible sin nombrar primero a los Hnos. Wright (Orville y Wilbur) quienes luego de distintos emprendimientos, entre ellos para manejar un negocio de construcción y comercialización de bicicletas, experimentaron largamente con el diseño y prueba de una frágil estructura a la que incorporaron un motor para propulsarla, queriendo vencer la fuerza de atracción de la tierra.

Finalmente el 17 de diciembre de 1903, tripulando Wilbur el aparato, logra elevarlo en un corto vuelo que recorre 36 metros y medio durante un tiempo de 12 segundos, utilizando para ello un motor modelo Flyer.

De ahí en más todo fue experimentación y lenta evolución en el dominio de la estabilidad, velocidades, tiempos de desplazamiento y demás técnicas necesarias para ir dominando la atracción de la gravedad  y la ecuación entre el peso de los materiales a elevar y la penetración en el aire.

Aquel asombro que despertaron los primeros aparatos voladores que surcaron el cielo de nuestra ciudad y del departamento, fue desapareciendo poco a poco al animarse nuestros vecinos a acercarse a aquellas máquinas y a tratar de comprender los secretos que los regían.

Ya habían sido varios los audaces pilotos que nos mostraran desde el aire primero y luego, una vez aterrizados, que esas aeronaves construidas por el hombre, podían asimismo ser conducidas o piloteadas por ellos e incluso por las primeras damas arriesgadas en esa audaz aventura.

Ya se habían hecho habituales las visitas de Santiago Germanó, primero sólo y luego acompañado por Amparo Maneiro que posteriormente fuera su esposa. 

Esos arribos continuos, hizo que se proyectaran realizar festivales con máquinas en su mayoría conducidas por reconocidos pilotos argentinos o de otra nacionalidad.

Se organiza así un festival aeronáutico para el 30 de abril de 1939, habiéndose obtenido para el ascenso y descenso de las máquinas, una fracción del campo de la Sucesión de don Buenaventura Caviglia, en la zona de Mauá, anunciándose la presentación de la intrépida aviadora Srta de Ferrari, la que integraba una delegación con 5 aparatos argentinos. Se complementaba con el vuelo de una escuadrilla militar uruguaya en la que figuraban dos sorianenses: el Capitán Gualberto Trelles y el también Capitán José F. Escursell.                 

El espectáculo se complementaba con el vuelo de dos planeadores traídos por la Liga Deportiva Alemana, que publicitaba el vuelo a vela. 

El éxito acompañó el festival, para el que se había previsto un servicio de ómnibus desde la ciudad, para facilitar el acceso del público “de a pié”. Se estimó una concurrencia de miles de personas.

Pocos días después, el 4 de mayo, nuestra conocida y frecuente visitante, la aviadora argentina Carola Lorenzini visitó Montevideo, realizando arriesgada maniobras con su aparato en la Escuela Militar de Aeronáutica de Pando y en la base “Boisso Lanza” de camino Mendoza. Tres meses después, 16 de agosto de 1939 el avión que piloteaba capotó entre las localidades de Posadas y Santo Tomé (Argentina), sorprendida por una fuerte tormenta resultando ilesa, pero destrozando totalmente la máquina.

Entusiasmados, quienes admiraban esta nueva conquista del ser humano, y comprobando que también aquí en Mercedes podía tener un gran desarrollo, promoviendo las comunicaciones y utilizándolo en funciones de fumigación, sembradío y estudio de cartografía, propaganda y otras virtudes, se reúnen varios vecinos logrando constituir el 17 de abril de 1940 el “Aero Club Mercedes” que utilizaría ese campo de Caviglia en forma provisoria para el inicio de sus actividades.

Bajo la Presidencia del Dr. Salvador Miláns, se realiza los días 4 - 5 y 6 de abril del año siguiente (1941) una gran fiesta aeronáutica. La programación comprendió entrega de brevets a los nuevos aviadores civiles que realizaron su aprendizaje en nuestro Club. Se realizaba también la inauguración del edificio del campo “Ricardo Detomasi”. 

Se ofrecieron vuelos de bautismo participando arriesgados y curiosos vecinos y vecinas en probar elevarse sobre la multitud. Hubo acrobacia aérea a cargo del famoso aviador Santiago Germanó y por Apaulazza, paracaidismo por Picasso y vuelos en formación de la famosa escuadrilla brasileña que había participado en Montevideo días antes. 

La directiva del Aero Club despliega sus energías realizando intensas gestiones para que la Empresa Aérea Pluna realice escala en nuestra ciudad, en los viajes entre Montevideo y Buenos Aires y también entre la capital y Salto con sus escalas pertinentes. Esas diligencias, que se consideraban necesarias para la comunicación con otros lugares del país, demoraron casi 3 años hasta que finalmente el 15 de abril de 1941 llegó el 1er. avión de aquella empresa al “Aeródromo Ricardo Detomasi”, detallándose que el arribo fue a las 10 y 25 minutos, piloteado por el capitán paraguayo de apellido Nuedelman. Se nombran los pasajeros llegados, entre los que figuraba nuestro coterráneo Eduardo Nicora, radicado en la capital. Desde Mercedes con destino a Salto ascendió como pasajero el Sr. Jorge Moller.

Simultáneamente el entusiasmo que arraigó en la juventud sorianense y zonas vecinas, hizo que fueran numerosos los interesados que se inscribieron en los cursos de aprendizaje para pilotear los aviones y no podemos dejar de mencionar a Blanca Modernell, mercedaria que realizó sus cursos en Montevideo en el Centro de Aeronáutica, estando a punto de obtener el brevet de aviadora civil.

Se constituirá así en la primera mujer con ese título obtenido en Montevideo y la 2ª. aviadora uruguaya en lograrlo.

Se nombra también a otros mercedarios como Jorge Raúl Maiztegui a quien le faltan pocas horas de vuelo para someterse a examen, estando ya volando sólo. También Eduardo Detomasi, hermano del malogrado Ricardo, está cumpliendo la instrucción y se perfila como un gran piloto.   

Las clases de pilotaje se realizan en un avión “Aeronca” el que en abril de 1941 se lleva a Melilla para revisación por haber llegado al límite de horas de vuelo, debiendo realizarle los ajustes necesarios. Simultáneamente en ese mes el Aero Club del Uruguay adquiere otros 6 aparatos de esa marca que serán destinados a instrucción y entrenamiento.

El año 1941 fue el de despegue, no sólo de las actividades de los amantes de la aviación local, sino también de nuevos aviones que engrosan la flota mercedaria; en abril de ese año ya figuran como habiendo adquirido un aparato los hermanos Alejandro y Gastón Hounié y el 23 de ese mes se informa que teniendo ya su brevet obtenido el 6 de abril por el mercedario Héctor Symonds Young, adquirió un avión Piper J 3 bi-plaza 

Mientras tanto daremos sólo una biografía de los pilotos que son recordados en forma especial en el medio por su participación en recordados conflictos militares sobre todo en el Viejo Mundo. Fueron ellos Luis Tuya y Julio Gil Méndez.

  Biografías : Luis Tomás Tuya  Martínez – nació el 6 de julio de 1907 en la zona rural de Duraznito, siendo sus padres Leila Martínez y Luis Tuya. Obtuvo el título de piloto en 1929 en la Aeronáutica Militar. Participó como combatiente en la Guerra del Chaco entre Paraguay y Bolivia (años 1932-1935) y finalizada la misma se traslada a España interviniendo en la Guerra Civil Española (1936-1939), combatiendo activamente, muriendo en combate en una batalla aérea.

(Recientemente se ha localizado presumiblemente el sitio donde cayera abatido en España su avión en aquel conflicto, según trascendidos posteriores a la confección de esta nota).

Julio Gaspar Gil Méndez – nacido en Mercedes el 14 de agosto de 1914 del matrimonio de Juan Gaspar Gil y Rosa Méndez, teniendo 18 años realiza el curso de piloto en el Aero Club de Uruguay logrando su brevet en 1940. Ante el llamado de Charles de Gaulle para defender a Francia en la 2ª. Guerra Mundial, se alista y participa de distintas misiones en Africa primero y luego en Marsella y Córcega, participando en 41 misiones de bombardeo hasta el fin de la contienda en 1945                                                     

Por su desempeño en defensa de Francia, es condecorado por el propio Presidente de Francia Ch. de Gaulle al visitar nuestro país en 1964, ostentando ya 5 condecoraciones anteriores por su activo desempeño en defensa de aquella nación. Falleció en Mercedes el 6 de diciembre de 1984 en su casa de calle Ituzaingó 216. Recientemente en visita del Embajador francés a Mercedes, se le  homenajeó recordándolo.

(fuentes: Trabajo del Prof. Eduardo Galagorri en Revista Histórica de Soriano No.29 y 30  y  entrevistas personales).