Este viernes 26, sábado 27 y domingo 28 desde la hora 21 en la sala de teatro "Sin Fogón" de Fray Benos se presentará "La inminencia de la Fragilidad", que cuenta con la Dramaturgia y dirección de Leonardo Martínez Russo.
El elenco está integrado de la siguiente manera: Capitán: Juan Frache; Tiburón: Danilo Pandolfo; Frank: Darío Lapaz; Ricky: Sebastián Barrett; Javier: André Hübener. Asistencia de dirección: Camila Vives. Vestuario: Lucia Bonnefon y Ana Paula Segundo. Escenografía: Gastón Moyano. Coreografía: Laura Galín. Comunicación: Gabriela Pérez.
Francisco Guala sobre el tema expresa que "La Liga de Artes Escénicas del Litoral propone un espectáculo (proyecto ganador de los Fondos Concursables para la Cultura MEC 2019) cuyo fermento se gestó hace más de dos años y que tuvo el infortunio de abortar su estreno en el Espacio Cultural Gobbi de Paysandú, el fatídico 14 de marzo de 2020, dadas las medidas sanitarias.
Casi un año después, el Salvatore II arriba a la Sala de Teatro Sin Fogón de Fray Bentos abriendo la temporada 2021 con localidades agotadas durante las cinco funciones. A pedido del público, se repone este fin de semana.
“Jeff Bezos reafirma su liderazgo y Elon Musk supera a Bill Gates, gracias a la subida en Bolsa de Tesla.” Así reza uno de los encabezados que anuncia la primacía económica de los hombres (las mujeres, ni pican) más ricos del mundo. Seguramente al momento de la lectura de este párrafo, el ranking se haya alterado por los avatares bursátiles.
No sabemos si existe la posibilidad de que estos líderes se reúnan en una situación similar a la que plantea la obra, pero cualquier similitud con la realidad no debería sorprendernos. El Capitán, Tiburón, Frank, Ricky y Javi protagonizan un encuentro de camaradas en el que todo es posible, hasta lo que atenta con nuestros nobles prejuicios.
El espacio sugiere la cubierta de un barco de alto porte en el que los cuatro multimillonarios acostumbran salir a navegar mar adentro, a sotavento, y celebrar un ritual catártico estrictamente planificado sobre un alegórico, insondable, profundo y misterioso océano. En esta ocasión, los anfitriones dan la bienvenida a un quinto integrante, joven y prometedor, que no tardará en superar las expectativas del grupo. “Sangre nueva encarnando la antigua voracidad”, dirá el “Tibu” a propósito de Javi, el nuevo integrante del clan y, potencialmente, el próximo capitán del barco.
En el marco de esta iniciación, afloran sin tapujos sus fragilidades, fragilidades masculinas, fragilidades humanas. A veces, con humor irónico y, otras, con desgarradoras confesiones. En esa suerte de comunión, donde todos son uno y uno son todos, nada queda soslayado. La entrega es absoluta en cuerpo y alma. El cuerpo, sobre todo, adquiere una relevancia integradora. Esa confianza sin límites a la que aluden los personajes, no solo se verbaliza en confesiones intimidantes, sino que se entrega como una ofrenda en la voluptuosidad del cuerpo masculino agitándose sobre el vaivén de las olas.
El trabajo corporal del elenco es sublime: la comunicación de los cuerpos, la presencia unánime, las miradas, los abrazos, las caricias, los forcejeos, la danza, la testosterona fluyendo sobre la piel de una sirena.
Todo contribuye a la belleza plástica, aunque la esencia es la vitalidad y no la forma. Y la belleza trasciende. Porque no hay nada más hermoso que la humanidad al desnudo. No importa en qué lugar, en qué sistema, en qué rango social y económico, el ser humano nada, en medio de su vulnerabilidad, tratando de llegar a tierra firme. Todos quieren ir más allá, a través de las más inverosímiles excentricidades, pero el límite sigue siendo la propia humanidad. Por eso, tener que “Elegir la muerte para salvarme de un final mediocre”, al decir del Capitán, nos plantea un final extremadamente desolador.
En la obra no falta nada: alusiones cinematográficas, música de Bach, Brahms, Debbussy, citas de Séneca y José Ingenieros, excelente dirección, soberbias actuaciones y una bellísima apuesta conceptual.
Por mi cuenta, agrego a Manrique: “Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar, qu'es el morir; allí van los señoríos derechos a se acabar e consumir; allí los ríos caudales, allí los otros medianos e más chicos, allegados, son iguales los que viven por sus manos e los ricos”, porque la fragilidad, como la tormenta en el Salvatore II, es inminente".
Las reservas se pueden realizar por el teléfono celular 099 280 935 | 091 507 807, indicándose que los cupos son limitados.