Feliz coincidencia¡! : hemos desarrollado tres notas sobre los orígenes de la Lotería, originalmente llamada “Lotería de la Caridad” para beneficiar al Hospital Maciel, detallando sus comienzos, sus motivos, su necesidad y su aplicación y finalizadas las mismas, una persona de nuestra amistad nos alcanza profuso material literario y documental entre el cual localizamos un ejemplar del diario “El Debate del 2 de enero de 1936 (Nº. 1544) que en grandes letras titula en su página inicial y principal lo siguiente: “El “gordo” vistió de fiesta a la capital chaná” y sub titula: “Tres familias que recibieron un reconfortable Feliz Año Nuevo”.

En su lectura nos encontramos con esa noticia que no desconocíamos del todo, pero sí de la fecha y de los nombres de los favorecidos, por lo que consideramos de interés hacer conocer a los vecinos lectores el contenido de lo desarrollado por el cronista, destacado especialmente desde la Capital para entrevistar y fotografiar a algunos de los afortunados apostadores.

Todo lo que a continuación transcribimos es tomado de las páginas de aquel periódico, complementando entre [ . ] algún comentario del autor de esta nota.

Semejante a este billete era la aproximación favorecida en el sorteo del 30 de diciembre de 1935. 

“La incógnita del “gordo” criollo”: Como todos los años, la expectativa popular cerraba su círculo de esperanzas en torno a la gran incógnita del “gordo” criollo en el sorteo con que la Lotería  del Hospital de Caridad  finaliza su actividad anual. Este acontecimiento tiene la virtud de generalizar el optimismo haciendo que cada participante en la gran jugada  espere ser elegido por la diosa Fortuna, ya para sacarlo de pobre, o bien para aumentar sus caudales.

[Pues bien, ese fin de año – 1935 - cayó la grande en Mercedes, favoreciendo al número 3601, sumado a que sus dos aproximaciones también se vendieron en esta ciudad, siendo beneficiados numerosos vecinos, muchos de ellos conocidos].

“52 Años de Agenciero”: El agenciero que vendió la grande en la ciudad de Mercedes fue don José Cabanelas que hace la friolera de 52 años que ejerce el oficio, en un comercio que hace más de sesenta años que está instalado. [y agrega]…la grande en esta casa se ha vendido infinidad de veces…. Vendimos los últimos $ 200.000 del 24 de agosto y que muchos de los que se agraciaron en aquella oportunidad han reincidido en esta ocasión.

“Los del Premio Mayor”: [agrega don José Cabanelas] puedo adelantarle algunos nombres de personas que se me ha dicho que tienen vigésimos o participaciones del Nº. 3601 : entre los primeros están Arturo Cámpora, Saturnino E. Camp, Eduardo Caminada, Juan R. Irisarri, Ramón Castro, Dr. Raúl F. Bogliaccini, Alaggia Hnos., Pilar Pazos de Rienzi, Ricardo Mañay y Sra., Miguel Machado, Felipe Bidegain, Cesáreo Nava, Pedro Postiglione, Antonio Curti.

Las participaciones se han dividido entre las siguientes personas: Srtas. de Braceras, Srtas. de Irisarri, Sra. de Medina, Sra. Georgina Bianchi de Gianarelli, Sra. Angela M. de Ubios, Alejandro Adrosverg y  Sra. Elvira M. de Bruno”.

[Es interesante reproducir las circunstancias en que algunos de los favorecidos adquirieron sus billetes, según lo que el cronista de El Debate recogiera, tomando incluso algunas fotos de aquellos, las que con el transcurso del tiempo aparecen ya muy difusas].

Dr. Raúl F. Bogliaccini : “…se nos enteró de la manera verdaderamente original cómo el referido galeno había ido al encuentro de la grande. Entre los pacientes de aquel figura el Sr. Arturo Cámpora, funcionario de la Aduana…”. Parece que seguía desde muchísimos años el Nº. 3601 sin suerte alguna, circunstancia que había mencionado al doctor.

Dr. Raúl F. Bogliaccini, destacado médico posteriormente radicado en Dolores, afortunado con el premio mayor de la lotería que compartió con un paciente

Este, en forma de broma, adquirió varios vigésimos y obsequió a Cámpora uno, “para sacarlo de perdedor le dijo”.

[Comenta el cronista diciendo]: “…si ello es cierto como se nos asegura, el doctor hizo una receta tan beneficiosa como lucrativa”.

Pilar Pazos de Rienzi : “.. esta señora esposa del secretario del Municipio de Agraciada, estaba ocasionalmente en Mercedes, concurriendo a una conocida peluquería para hacerse una ondulación permanente, estando el salón repleto de gente ya que era víspera de fiesta. Mientras esperaba, le indican a otra clienta que tenía un vigésimo reservado para que lo levante, cosa que rechazó la misma y eso hizo que la Sra. Rienzi  se interesó en su compra y lo adquirió. Su esposo no era afecto a los juegos de azar, por lo que en la noche al enterarse del resultado del sorteo no tuvo más remedio que ponerle en conocimiento de esa compra que había hecho. Fue, dijo, un pequeño regalito de Año Nuevo”.

Festejando los esposos Rienzi-Pazos junto a su hjos “Cholo y Chichita” junto a Américo Pazos y otras amistades.

Destaca el cronista que “la señora de Rienzi es hermana de aquel jugador de Peñarol capitalino, Américo Pazos, campeón en 1932, el que tuvo su buen cuarto de hora en el primer equipo” [y que por lesión dejó de jugar entonces- agregamos nosotros].

[Menciona también el cronista, que no pudo ubicar a la señora que había despreciado el vigésimo premiado, y agrega, socarronamente,  que no se enteró de ningún suicidio acaecido en la ciudad].

Salomón Alí – [era un otomano que actuaba como corredor ó lotero ambulante de Cabanelas] dice el cronista que tres días antes del sorteo le fue clausurado el pequeñísimo comercio que tenía siendo declarado en quiebra. El agenciero le dio una participación y salió Alí con rumbo desconocido, por lo que no se sabe si guardó el billete o lo vendió como acostumbraba, entre sus propios clientes.

Se desconocía si Alí se quedó con la participación  o la revendió a un ocasional afortunado.

Felipe Bidegain; “… gozará  desde ahora en adelante del título de favorito de la fortuna, porque además de esta lotería ya ha logrado obtener premios considerables y en circunstancias que resulta interesante puntualizar.                       

Es sabido que en Francia, desde hace muy poco tiempo que se autorizó la lotería y quiso la casualidad que coincidiendo con la inauguración del primer sorteo el Sr. Bidegain llegara a Francia. Compró un número y sacó uno de los premios mayores. Enseguida compró otro y vuelta a sacar… pero grande ! Y si no se viene todavía estaba a gran premio por jugada”. Titula el cronista: “Favorito de la fortuna”.

Sería un excelente compañero de viaje F. Bidegain, argentino, pero vecino chaná, propietario de la antigua finca de calle Florida y Colón, debido a su repetida suerte en juegos de azar.

Valentina Medina López: “muchacha modesta, sumamente hacendosa, que presta servicios en un hotel de la localidad a quien encontramos planchando tal como si nada hubiera ocurrido capaz de modificar sus costumbres o sus obligaciones, a pesar de ser un tradicional día de fiesta [1º. de enero] y de contar ahora con algunos pesos más. Estoy contenta, sumamente contenta, son sus palabras…”

“Los hermanos Alaggia: viejos y competentes obreros de la construcción habían repartido su pequeña fortuna con sus compañeros de labor. … a los que ofrecimos jugar en nuestra compañía. Cobraremos [manifiesta Víctor Alaggia] Rogelio Pereyra, Juan Brunengo, Ramón y Mario Méndez, Colón Alaggia, Mario Carozzi, Carlota Simona de Mabe, Daniel Zamora, Roque Obres y “Bimbo” Ritorni.

Uno de los Alaggia junto al cronista del Debate.

“Entre tres amigos: Cesáreo Arnábal, empleado de la Aduana, repartió su suerte con dos amigos en un café, habilitando al odontólogo Domingo Rivara y a Antonio Curti, manifestando este último : a mí me viene muy bien , pero no sé si a Arnábal le alcanza para desquitarse lo que lleva gastado en números. Después de tanto seguirla, la suerte por fin se acordó de él”.

Antonio Curti, antiguo vecino mercedario, repartió parte del premio de una participación con dos amigos de café.

Miguel Machado fue otro afortunado ya que participó del premio mayor y también de participaciones. [Conocimos a Machado como titular de un céntrico taller mecánico con expendio de nafta, el que se realizaba a palanca, ubicado en calle Florida de entonces casi Artigas. Fue también animador de competencias de automovilismo participando en pruebas en la Rambla mercedaria y como mecánico de Miguel Frabasile en carreras de largo aliento por las difíciles carreteras de entonces].

Mostrando un rostro juvenil de años anteriores, Miguel Machado fue un doble favorecido de la fortuna habiendo comprado un vigésimo del premio mayor y una participación.

La lista de poseedores de varias participaciones y de billetes de las aproximaciones fue muy extensa y a riesgo de fatigar a los lectores la dividiremos en dos tandas: fueron unos de ellos José Balli, Carmen y Adela Rodin, Segundo Arballo, Humberto Battro, Rafael Isabella, José Antognaza y Sra., Justa D. de Razquin y flia., Jorge Sifredi, Sra. de Koster, Bartola Acosta, Humberto Ubios.

Otra favorecida fue Mercedes Rosales de López que posa en esta toma junto a sus hijos Blanca Diver y Mario Adán, este último que está en la cuna, años después fue un conocido escribano del medio.

Más favorecidos: Conrado Parodi, María T. de Jaurena, José Jaurena, Carlos Jaurena, Miguel A. Rodríguez Tellechea, Abel Bouissa, Pedro Iturriaga, Rolando Vega, Adolfo Martínez y Sra. Máximo Arap, Santiago G. Rossi, Juan Igenes, Humberto Coratto, Srtas. de Gareta Pintos, Fervo Franzi, Pascual Gioia y Alcides Cazzola entre otros varios.

Otra familia favorecida poseedora de un vigésimo del premio mayor fue la constituida por Alfredo Armas y su esposa Dorotea Castro, quienes conjuntamente con Winston Castro, Ramón, Fermín y Amaro Castro familiares de aquella dividieron $ 25.000.

La apreciada familia Armas – Castro, posa en el jardín de su casa, siendo las niñas Lilia y Lidia Armas Castro profesoras luego y Wiston destacado director teatral y de un círculo literario.

En una cálida y luminosa noche del 30 de diciembre de 1935 el movimiento del centro de Mercedes se vio sorprendido por la sucesión de numerosas bombas que con su estruendo aturdían los oídos del vecindario.

Era costumbre entonces que cuando la principal agencia de loterías de la ciudad vendía algún premio de importancia, lo hacía conocer de esa manera, por lo que pronto se agolparon en la esquina de calles Colón y San José preguntándose que premio se había vendido allí y quienes eran los favorecidos. 

El frente del local de loterías Cabanelas, entonces en calle San José 704 casi Colón, mostrando en su puerta a don José Cabanelas y sus empleados junto a curiosos y en un cartel se aprecia  el detalle de numerosos premios dados en esa agencia.

En una época difícil, sin duda que la información sobre este sorteo de fin de año y la individualización de sus afortunados favorecidos significaba una noticia que convenía destacar, por lo que el periódico nombrado estimó pertinente utilizar toda la primera página de su edición y parte importante de la última también, para explayarse sobre esta noticia. Incluso destacó más la misma, al darle un tinte especial a esas páginas en que se detallaba lo que hemos resumido.     

Como colofón al pie de la primera hoja destaca: “El Debate en Mercedes”: “Como es de dominio público correspondió al número 3601, vendido en la ciudad de Mercedes, como asimismo las aproximaciones números 3600 y 3602. En conocimiento de ello, y con el fin de proporcionar a los lectores una información detallada, EL DEBATE envió a la capital chaná a algunos cronistas, quienes recogieron las notas que ofrecemos en esta página”.

[Recuerden que en esos años no se contaba con los elementos actuales para obtener una rápida y completa cobertura de las noticias.]