Un profundo seguimiento y análisis realizados por el Grupo de Estudios Técnicos de la Conmebol sobre todos los partidos disputados por la Copa América concluyó que Uruguay fue uno de los dos peores equipos en materia de pases acertados, de la misma forma que -por contrapartida- en la ecuación defensa-ataque de las jugadas de pelota quieta resultó el más eficaz de los doce participantes.
El minucioso trabajo fue llevado a cabo por un núcleo de reconocidos entrenadores sudamericanos integrado por el uruguayo Gerardo Pelusso, el argentino Nery Pumpido, el brasileño Dorival Junior, el también uruguayo y nacionalizado paraguayo Ever Almeida, el venezolano César Faría, el boliviano Julio César Baldivieso, y el colombiano Francisco “Pacho” Maturana, que realizaron la tarea bajo la supervisión de Gonzalo Belloso, director de Desarrollo de la Conmebol, y dos coordinadores técnicos del organismo rector del fútbol sudamericano: Rodrigo Pérez y nuestro compatriota Daniel Bañales.
Jorge Savia activo colaborador de Crónicas entrevistó para el portal Ecos a Gerardo Pelusso quien anunció que  “el siguiente paso de este trabajo es que se transforme en un material didáctico, para que vaya a donde tiene que ir, a los entrenadores del fútbol sudamericano”, señalando que “todo el material del análisis de los 25 partidos de la Copa América va a ir a un libro y a un DVD para que todo lo que se diga en el libro sobre comportamiento defensivo y ofensivo, sistemas de juego, funcionamientos colectivos y figuras individuales, tenga el respaldo de las imágenes”.
Ya como actual dirigente de la Asociación Uruguaya de Entrenadores de Fútbol (AUDEF) y también representante de su gremio ante el Congreso de la AUF, el técnico floridense señaló que “en el caso de Uruguay, ese trabajo de la Conmebol lo traigo a tierra diciendo que debe ir a los entrenadores de divisiones juveniles con el apoyo oficial de la AUF, por una cuestión muy sencilla: los jugadores que tenemos hoy a nivel de la selección, ya están formados, de modo que ahora a lo que hay que apuntar es a los que pueden y van a ser los jugadores de la selección dentro de diez años, y a los que van a trabajar con ellos, que ahora tienen 12 ó 14 años; es a los entrenadores de divisiones juveniles a quienes debemos apuntarle”.
En ese contexto, justamente, fue que Pelusso reveló una de las conclusiones que dejó el estudio realizado por la Conmebol: “Uruguay fue uno de los dos peores equipos en el rubro de pases acertados”; y enseguida se preguntó y respondió al instante: “¿Y eso qué nos está diciendo?, ¡que tenemos que trabajar en la parte técnica! En recepción y pase; es a eso otro aspecto al que tenemos que apuntarle en el fútbol uruguayo”.
Ya como entrenador, entonces, agregó de inmediato que “después hay que analizar por qué el futbolista nuestro no tiene buen pase, y ahí hay que fijarse en las canchas que entrenan y con cuántas pelotas entrenamos; porque si voy a las divisiones juveniles de un club chico o a uno del interior del país y tengo 25 chicos y dos pelotas, ¿puedo trabajar en pase? Trabajo con dos, ¿y los otros 23 qué hacen? ¡Se sientan y se mueren de frío al costado de la cancha!”
En ese aspecto Pelusso enfatizó que “no es en la selección, ni tampoco en los equipos de Primera División, y ni siquiera en clubes de altísima competencia como en los que están Bentancur, Valverde, Vecino, Laxalt, Suárez y Cavani, por ejemplo, donde se puede corregir esa falla”; y precisó: “Es en la formación, porque eso es como aprender a andar en bicicleta: si no aprendés a andar de chico, es más difícil aprender de grande. Hay que enderezar el árbol cuando se empieza a criar, después que se tuerce es imposible enderezarlo”.
En contraste con esa carencia que expuso la selección en la Copa América, y que es tradicional en el fútbol uruguayo desde hace muchos años a esta parte, el trabajo del Grupo de Estudios Técnicos de la Conmebol, reveló -según resaltó Pelusso- que “en la ecuación defensa-ataque con jugadas de pelota quieta, el equipo más fuerte sigue siendo Uruguay, porque no le convirtieron ni un gol por esa vía, y Uruguay convirtió cuatro: uno de penal, pero otros tres con corners y juego de alto”.
El VAR no estuvo ajeno a las consideraciones del entrenador floridense, quien reflexionó acerca del nuevo instrumento utilizado para el arbitraje que “hasta el Mundial de Brasil las marcaciones en las pelotas quietas eran sobre la base de ‘te agarro de la camiseta, del brazo, de cualquier lado, y no te dejo cabecear o anticiparme’, así que cuando apareció el VAR se fueron para arriba los porcentajes de golea convertidos en ese tipo de jugadas. La prueba está: en el Mundial de Rusia, un 43% de los goles fueron a través de las pelotas quietas. ¿Y qué pasó ahora en la Copa América, en cambio? Se ve que los equipos empezaron a preparar y mejorar las marcas técnicas, y se bajó al 27% ese porcentaje”.
En tal sentido, el estudio de la Conmebol reveló que “no hubo ni un solo gol de tiro libre indirecto en este campeonato; el típico gol: falta sobre un costado, centro y cabezazo, lo que quiere decir -agregó Pelusso- que las defensas marcaron muy bien, mejoraron muchísimo en la preparación, planificación y organización de la defensa de su arco en esas jugadas”.
La contracara en ese rubro para el actual dirigente de AUDEF fue que “eso mismo tiene otra lectura: resultó deficitario el aspecto ofensivo, que a mí me dejó gusto a poco, aunque tal vez eso tenga que ver con que los entrenadores en las selecciones no cuentan con mucho tiempo para trabajar, y en el ataque apuestan más a lo que puedan hacer las grandes individualidades”.
Al respecto, Pelusso puso un ejemplo claro: “Brasil en los corners marcaba en zona con los once hombres adentro de su área, y se hizo impenetrable. Nadie le buscó la vuelta para entrarle con jugadas cortas, todos le tiraban el centro al medio del área para que los mastodontes de Brasil lo rechazaran; nadie le movió las piezas, haciéndole una jugada corta cerca del corner para sacar a por lo menos dos brasileños del área. Ahí faltó creatividad y trabajo”.
Por último, el técnico compatriota hizo algunas apreciaciones personales acerca de lo que dejó la Copa América de cara al futuro a corto y mediano plazo: “Brasil está por encima del resto y, como tiene un técnico estable y de mitad de cancha hacia arriba cuenta con jugadores extraordinarios y jóvenes, que si no pasa nada raro tienen ocho o diez años por delante, yo diría que tiene el futuro asegurado; los demás países, en cambio, debemos estar atentos, porque algunos tenemos grandes jugadores, pero varios de ellos están en una edad que hay que ver qué pasa, porque las Eliminatorias duran tres años”.
Por el motivo apuntado, entonces, y ya fijando su enfoque sobre el camino hacia el Mundial 2022, Pelusso concluyó diciendo: “Dejando a Brasil de lado, que creo que no va a tener ningún problema en clasificarse, el resto está muy parejo y los que tengan más paciencia y convicciones, los que sepan llevar de mejor manera las derrotas, van a ser los que lleguen, porque en las próximas Eliminatorias todos vamos a ganar y vamos a perder, y aquel que se apure y con una derrota empiece a cambiar el entrenador y/o los jugadores, se va al fondo del mar; a nosotros (Uruguay) ya nos ha pasado: tuvimos Eliminatorias de hasta cuatro entrenadores, en otras hubo paciencia, como en la anterior al Mundial de Sudáfrica, lo que para mi hizo el ‘click’ sobre el cual giró todo el proceso de Tabárez”.