La decisión de los familiares de Rocco Morabito de sacar del colegio de Punta del Este a su hija, entusiasmó a la policía ante la eventualidad de que a través de los movimientos de sus familiares, habrá de llegarse finalmente a su paradero.
Ayer hubo un allanamiento sin éxito en una pizzería de Punta Carretas después que los investigadores ubicaran a una camioneta con matrícula chilena y un auto con chapa de Piriápolis que estaban estacionados frente al negocio.
Hubo otros operativos en otras zonas del país, pero en el caso de la pizzería que estaba cerrada, fueron detenidos un ciuddano ruso y uno italiano, así como un menor de edad hijo del propietario y una ciudadana rusa que trabajaba como cocinera.
El Ministro del Interior Eduardo Bonomi dio ante el Parlamento, una explicación llena de dudas, que dejó más preguntas que respuestas y dijo no tener ninguna idea de si Morabito se encuentra todavía en el país.
Si bien las evidencias apuntan a que Morabito fue ayudado desde adentro de la cárcel central para poder escapar, lo que ahora interesa, es dónde está refugiado.
La policía sabe que en algún momento el mafioso italiano intentará tomar contacto con su familia ya que nadie puede resistir una separación definitiva durante años por mejor oculto que esté.
La caída de Pablo Escobar se registró precisamente por el amor que el narco colombiano profería a su esposa e hijos, quienes fueron prácticamente secuestrados en un edificio por la policía hasta que el mafioso no soportó más la espera y los llamó por teléfono.