En los últimos tres días todo lo vinculado con Venezuela ha ido para atrás. Lo que pareció un acuerdo internacional para abrir un camino de solución y de diálogo, terminó rechazado por las dos partes en pugna.
Hay otro aditamiento preocupante: observadores internacionales sostienen que Rusia (cuyas compañías son dueñas de numerosos pozos petroleros), está empezando a dudar entre Maduro y Guaidó, a los efectos de desentrañar cuál de los dos le ofrece mejor negocio para sus intereses. Lo mismo está pensando China y naturalmente entre ellos la insistencia cada vez más dura de Estados Unidos.
Ayer en conferencia de prensa, el presidente venezolano cuestionó una parte importante del documento de Montevideo, argumentando que hablar de nuevas elecciones era pasar por arriba la soberanía venezolana y que la operación humanitaria que defendió el grupo reunido en la capital de nuestro país, es un show que procura hacer creer al mundo que los venezolanos somos mendigos.
Los diarios de Venezuela publicaron también la información de una ayuda humanitaria que Venezuela envió a Cuba, como dando a entender en plena discusión que sobran los recursos.
Pero Maduro fue más lejos y anunció que en menos de 24 horas ya hay más de 2 millones de venezolanos que firmaron la carta de paz que se enviará en marcha popular hacia los Estados Unidos, por lo que habrá más de 1 millón de soldados en la frontera con Venezuela.
Además Maduro pidió que se libere el dinero que a instancias de Estados Unidos le han secuestrado a Venezuela, ya que "nos tienen retenidos 10 mil millones de dólares", advirtiendo "que a Venezuela no la va a parar nadie".
El autoproclamado presidente Guaidó por su parte recibió un revés cuando el Canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa, dijo que es inadmisible que en un país una persona se autoproclame Presidente y que en consecuencia tenga dos mandatarios que actúan simultáneamente, lo que inevitablemente desemboca en un agravamiento de las posturas entre gobierno y oposición.
El líder opositor Juan Guaidó no destacartó autorizar una intervención militar de Estados Unidos o de una fuerza extranjera en Venezuela, "para que Maduro cese de usurpar el poder", dijo
Un alto funcionario de la Casa Blanca reconoció que Estados Unidos está en contacto con militares venezolanos, los invita a abandonar a Maduro a través de desersiones y aunque se negó a proporcionar detalles, sostuvo que los contactos podrían provocar grietas en el apoyo de los militares al líder socialista, lo que considera fundamental para el sostenimiento del poder.