El Senado rechazó esta madrugada por 38 votos a 31 el proyecto de ley de " interrupción voluntaria del embarazo " y cerró así la puerta a la posibilidad de que Argentina se sume al grupo de países que han legalizado el aborto.
El resultado de la votación confirmó la fuerte resistencia que la iniciativa aprobada por Diputados el pasado 14 de junio venía acumulando en la Cámara alta y que se profundizó en los últimos diez días, cuando el rechazo fortaleció su mayoría.
La maratónica sesión, en la que intervinieron 64 de los 72 legisladores que integran el cuerpo, concluyó sin aplausos ni festejos y con los senadores abandonando raudamente el recinto ni bien el tablero electrónico confirmó el resultado de la votación
La maratónica sesión, en la que intervinieron 64 de los 72 legisladores que integran el cuerpo, concluyó sin aplausos ni festejos y con los senadores abandonando raudamente el recinto ni bien el tablero electrónico confirmó el resultado de la votación.
A la hora de los cierres uno de los discursos más esperados fue el de Cristina Kirchner (FPV-Buenos Aires), quien justificó en "las miles y miles de chicas que se volcaron a las calles" su cambio de opinión sobre la legalización del aborto luego de que, durante los ocho años que fue presidenta, se negó a habilitar su debate en el Congreso.
"Si tuviera la certeza de que rechazando la media sanción de Diputados no hay más abortos en la República Argentina, no tendría ningún problema en levantar la mano", apostrofó la expresidenta a los opositores al proyecto. "No es cuestión de creencias y convicciones sino de dar respuesta como legisladores a un problema que existe", agregó.