Los impactos sobre Uruguay de la turbulencia económica argentina no se limitan al freno que sufren las exportaciones. El salto del 50% que registra la cotización del dólar en la vecina orilla en lo que va del año comenzó a tener efectos sobre el flujo turístico.
Si bien en el primer semestre los visitantes llegados desde Argentina crecieron 0,6% con respecto al mismo período de 2017, en los últimos meses algunos rubros turísticos ya empezaron a exhibir caídas.
“El turismo de negocios, sobre todo el que llega a Montevideo, ha sentido el impacto de la crisis en mayo y junio. Ha bajado la actividad comercial de ambos países y eso se ha sentido”, dijo Juan Martínez, presidente de la Cámara Uruguaya de Turismo.
En la primera mitad del año se registraron 1.503.884 ingresos desde Argentina, por encima de los 1.494.481 en igual lapso de 2017, según datos del Ministerio de Turismo. Sin embargo, esa mínima alza obedece al crecimiento observado en los meses de la temporada estival, cuando el grueso del salto devaluatorio en Argentina aún no se había concretado. La corrida cambiaria se concentró entre abril y junio, período en que la cotización del dólar pasó de 20 a 29,60 pesos argentinos.
En el segundo trimestre, los visitantes que ingresaron al país desde Argentina ascendieron a 343.389, por debajo de los 447.959 del mismo período de 2017. No obstante, buena parte de esa caída se explica porque la Semana de Turismo este año cayó en el primer trimestre y en 2017 en el segundo.
En todo caso, en el sector ya hay luces amarillas encendidas con respecto a la próxima temporada. “En el verano pasado hubo una masiva afluencia de la clase media que se había recuperado en Argentina. Ese segmento es el que está ahora más impactado por la situación económica. Si bien en las vacaciones de julio hubo buenos niveles de ocupación tanto en la zona termal como en Colonia, es un foco de preocupación y estudiamos con el Ministerio de Turismo algunas alternativas para, en el caso de que el panorama hacia fin de año no mejore en Argentina, hacerle a ese sector más liviana la carga”, señaló Martínez.
Por lo pronto, el atraso cambiario, que impulsó la llegada de turistas argentinos a Uruguay hasta el primer trimestre del año, no se repetirá en la próxima temporada de verano.
Luego de la volatilidad cambiaria del segundo trimestre, julio fue el primer mes del año en que el valor del dólar cayó en Argentina con respecto al mes previo. Gracias a un duro apretón monetario, la moneda estadounidense descendió 5,4% durante el mes pasado.
De todas formas, la expectativa del mercado es que en los próximos meses la cotización del dólar vaya acompañando el alza de la inflación. Según el consenso de las estimaciones, la inflación en Argentina seguirá creciendo por encima del 2% mensual hasta fin de año.
El ministro de Turismo argentino, Gustavo Santos, dijo que en mayo cayó un 20% la venta de pasajes al exterior frente a igual mes de 2017 y agregó que, si la tendencia se mantiene, en 2019 podría equilibrarse la balanza entre el turismo emisivo y el interno.
Agregó que “cuando hay pasajes que bajan los precios y un sistema que por su propia naturaleza, como el del alojamiento, tiene alternativa de precios, creo que debería empezar a impactar un poco más una moneda más competitiva, con la sustitución del turismo emisivo argentino por el turismo interno. Hay una porción de argentinos que va a dejar de viajar al exterior y que elegirá vacacionar internamente”.