El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) de los uruguayos mostró una leve retracción en agosto (2%) respecto el mes anterior en la zona de "moderado pesimismo", pero se mantuvo lejos del mínimo histórico que registró al cierre del primer semestre. En julio, una mejora de la predisposición a la compra de bienes durables como en las expectativas sobre la situación económica personal y del país, llevaron a que la confianza de los agentes alcance su máximo repunte mensual (16,4%).
De acuerdo al informe que divulgó la Cátedra Sura de la Universidad Católica y Equipos Consultores, luego del fuerte aumento del índice en julio, la contracción de agosto indicaría que aún con apreciación de la moneda local frente al dólar, "el consumidor uruguayo continuaría pesimista, pero permanecería alejado" de la zona de "atendible pesimismo" de la cual estuvo cerca de caer en junio. De hecho, el ICC indica que con un dólar por debajo de $ 30 durante el último trimestre del año, el consumidor uruguayo podría estar más predispuesto a gastar más que en igual período del año pasado.
La cotización del billete verde sería la variable determinante para esa mayor predisposición a la compra de bienes de los uruguayos, ya que los consumidores no serían más optimistas sobre la situación económica del país y la propia, aunque ayer los datos de seguro de paro volvieron a mostrar una nueva contracción mensual en agosto.
El último informe de Cuentas Nacionales que divulgó el Banco Central mostró un cambio de tendencia en el comportamiento del consumo privado que pasó de contraerse 0,4% en enero-marzo a un crecimiento muy moderado (0,2%) durante el trimestre abril-junio.
Los tres subíndices que integran el ICC mostraron evoluciones ligeramente más pesimistas que el mes anterior en agosto. El mayor descenso se registró en la predisposición a la compra de bienes durables (-4,9%), seguido por la situación económica personal (-1,6%) y la situación económica del país (-0,8%).
En tanto, en "otros indicadores de confianza económica", sobresalió el descenso de 5,1% que tuvo la expectativa de ingresos de la familias. En la otra vereda, se apreció una recuperación del 3,2% en la preferencia de los consumidores en depositar en moneda nacional.
Pese al freno que intentó fijarse el gobierno a la apreciación del peso uruguayo con una serie de medidas –incluida la compra de divisas en el mercado mayorista–, el dólar interbancario finalizó el octavo mes del año con una baja de 3,2% frente a la operativa de julio en la medición punta a punta, su mayor caía en casi cuatro años.
Precisamente, el comportamiento de esta variable tuvo un rol clave para mantener el sesgo bajista en la evolución del IPC. Luego de seis meses de inflación en dos dígitos, el ritmo de aumento de los precios se moderó en agosto y se ubicó en 9,38% interanual.