El Príncipe heredero de Arabia Saudita Mohamed bin Salman obligó al chef que le cocinó las carnes, a probarlas antes de comer, evidenciando que sospecha de la seguridad de la propia Embajada de Arabia.
Gastón Riveira dueño de la conocida parrillada "La Cabrera" de Buenos Aires, había sido contratado para servir comida al heredero al trono, que a su vez está sospechado de haber ordenado el descuartizamiento del periodista Jamal Kahshoggi en Estambul.
Riveira dijo que lo encerraron en la cocina, le quitaron el teléfono, no pudo hablar con nadie y fue rodeado por dos o tres personas, que, "me hacían probar cada plato" y lo etiquetaban.
Riveira agregó que si bien es válido el temor a una comida adulterada, lo llamativo fue el trato que recibió en la cocina que demuestra que bin Salman teme ser envenenado incluso por sus propios guardaespaldas.
El chef preparó bife de chorizo y ojo de bife entre otros cortes y agregó que a la hora del postre el príncipe quiso probar panqueques con dulce de leche, pero que los tuvo que mandar buscar al restaurante ubicado en el barrio de Palermo, también bajo fuertes medidas de seguridad.
El príncipe de 33 años, fue el centro de las miradas en el G-20, pero se manejó sonriente con varios líderes mundiales incluídos Trump y el Jefe del Gobierno chino.