Productores apícolas reclaman una mayor sensibilidad y ejecutividad del gobierno nacional para su problemática.
Piden que la Junta intervenga para gestionar audiencia con el Presidente Tabaré Vázquez.
Se sostuvo por parte de los disertantes que "si no hay granjas no ha alimentos. Si no hay abejas no hay granjas".
Integrantes de la Mesa Departamental de Apicultores y representantes de la Sociedad Apícola uruguaya fueron recibidos en sesión extraordinaria por la Junta de Soriano que levantó su receso de verano para escuchar las inquietud de los productores.
Plantearon la realidad del sector y sobre todo los efectos del glifosato del sector agropecuario y sus nocivos resultados en las colmenas.
Ulises Caballero de la mesa Departamental Apícola y Néstor Causa representante de la sociedad apícola uruguaya fueron los expositores en la oportunidad mientras que fueron varios los ediles que realizaron su intervención para apoyar los reclamos y dejar plasmado su posición ante los reclamos de los productores.
Se informó que en Soriano en la actualidad hay solo 76 mil colmenas observándose una importante pérdida de productores.
El Desinterés
En la ocasión se manifestó que la percepción de los apicultores es el desinterés de las autoridades de gobierno en los últimos años ignorándose las causas del mismo aunque interpretan que puede ser porque las abejas son delatoras de los problemas medioambientales y se pretende obviarlos o al menos no darles el interés que ellos revisten.
Se destacó que hasta el momento se han perdido unos 12.400 productores apícolas en el país y manifestaron los disertantes que seguramente si el gobierno los hubiera auxiliado económicamente "se estaría hablando hoy de 8 mil puestos de trabajo genuinos", pero se resolvió brindar regalías a empresas extranjeras y hacer importantes regalos por montos extravagantes.
El Retroceso
Se sostuvo que en los años ´90 se sacaba un promedio de 90 kilogramos por colmenas y esa cifra ha descendido notoriamente como consecuencias del actual modelo lo que ha provocado al mismo tiempo la desaparición de los polinizadores.
Sobre este punto se manifestó que se viene trabajando en un proyecto que permitirá proteger a estos polinizadores autóctonos.
Hace años que los apicultores insisten en la denuncia y rechazo al modelo productivo impulsado desde el gobierno, por considerarlo nocivo para el medio ambiente. En los hechos ya está contaminada la tierra y el agua, y no son pocos los casos de daño en la salud humana.
Los apicultores, se explicó, han venido denunciando la eliminación sistemática de abejas y otros polinizadores, enérgicamente desde el año 2009 a la fecha. El tiempo y los hechos han demostrado que la señal de alerta que vienen dando está más que fundamentada. Durante este tiempo, en donde se elevaron propuestas, se exhortó con movilizaciones sobre el peligro al que están expuestos y en entrevistas con miembros de los Poderes Legislativo y Ejecutivo, no solamente no han arrojado avances, sino que se ha profundizado la crisis, se subrayó.
Se destacó asimismo que en el 2017 representantes de la Asamblea Nacional de Apicultores, expusieron ante la Comisión Honoraria de Desarrollo Apícola , algunos puntos aprobados por los apicultores. Fueron los referidos a la inclusión inmediata y reconocimiento del beneficio del valor de la polinización por abejas en: guía de buenas prácticas agrícolas para sistemas de secano, guía de buenas prácticas agrícolas para producción de frutas y hortalizas frescas en Uruguay, código de buenas prácticas forestales y guía de buenas prácticas agrícolas para el cultivo de arroz.
La inclusión inmediata en dichos manuales y la mención de la necesidad de dar cumplimiento a los artículos 8 y 9 de la Ley 17115. La inclusión inmediata en dichos manuales y la mención de la necesidad de dar cumplimiento al artículo 201 de la Ley 16226.
Expresaron su preocupación por los altos niveles de herbicidas en miel. Aseguran que se han llegado a encontrar hasta 35 partes por billón de glifosato en cosechas de eucaliptus donde no hay agricultura.
Los apicultores afirman que su tarea se convierte hoy, más en un compromiso por salvar la abeja como garantía de la fuente de alimentos, que en una producción lucrativa.
Se está destruyendo, aseguraron, aparte de otros seres vivos esenciales para la vida a un insecto como la abeja, que fuera responsable durante la última era biológica del enorme desarrollo de las plantas superiores; polinizadoras de las flores, guardan una relación directa con esta fase de la historia de las plantas, ambas evolucionando juntas hasta nuestros días.
Corrimiento de Colmenas
Afirmaron que los apicultores no van a mover colmenas de los campos por aviso de fumigación, "no sabemos de riesgos por venenos cuando ponemos colmenas en los campos. Porque no debe haber veneno donde se producen alimentos. Y si esta práctica se hizo corriente desde hace apenas unas decenas de años, obedece a un abaratamiento de los costos de producción. Donde se descartan técnicas no contaminantes como camino al modelo de apropiación de la tierra y su concentración en pocas manos.
Los apicultores no le vamos a quitar el beneficio de la polinización a otros productores que dependen de ella en un buen volumen para viabilizar y mejorar sus cosechas.
Los que somos propietarios, no van a quitar las colmenas de nuestros campos. No vamos a dejar de denunciar que aparte de colmenas hay otros polinizadores que no se van a poder mover".
A todo esto cabe señalar que un tercio de todos los alimentos producidos en el mundo dependen hoy de la polinización por insectos, pero la mayor parte de ese proceso corre a cargo de las abejas, especie clave en la preservación de la biodiversidad. Así lo reconoció la Asamblea General de Naciones Unidas cuando proclamó recientemente el 20 de mayo como el Día Mundial de la Abeja, una propuesta presentada por Eslovenia y copatrocinada por 115 Estados miembros del organismo multilateral.
Todos los años en esa fecha llamarán la atención sobre la importancia de preservar las abejas y otros polinizadores amenazados ahora por una fuerte mortalidad. Del mismo modo, se intenta promover la toma de medidas concretas para proteger la especie.
Finalmente, las abejas tienen el lugar que merecen en vista de su significación para la humanidad, aunque esto es solo el comienzo de un difícil proceso de protección.
Se destacó el papel crucial de las abejas en el aumento de rendimientos de los cultivos señalando que sin ellas podrían afectarse una variedad de alimentos tales como papa, pimiento, café, calabazas, zanahorias, manzanas, almendras, tomate,entre otros.
En resumen, sin abejas, la FAO no puede avanzar en la meta de un mundo sin hambre. Muestran que las poblaciones de esos y otros polinizadores ha disminuido grandemente, lo que cual implica un grave peligro.
Esta reducción se debe, en gran medida, afirmaron, a la actividad humana: la agricultura intensiva, el uso generalizado de plaguicidas y la contaminación. Las abejas están expuestas a nuevas enfermedades y plagas, y tan solo un ligero desbalance en el número de la especie podría afectar a todo el ecosistema, según advierten los investigadores.
Una sola abeja puede polinizar hasta siete mil flores al día y proveer miel como alimento y medicina sin necesitar muchos recursos, pero el número de esos insectos disminuye de forma alarmante debido en buena medida, a las consecuencias del cambio climático, se alertó.