En efecto, Francisco llega a Chile justo cuando Michelle Bachelet se retira dejando atrás reformas como el reconocimiento de la unión civil entre personas del mismo sexo y la despenalización del aborto, fuertemente criticadas por la Iglesia.
El 17 Francisco llegará a Temuco, una ciudad donde la comunidad mapuche pretende separarse de la región.
La posibilidad de que se reúna con la coordinadora CAM que ha protagonizado varios hechos de violencia, ha puesto la mira en lo que diga el Papa, en razón de las fuertes contradicciones con la Iglesia.
La tercera escala que será en Iquique, también promueve polémica porque la ciudad que encabeza la región donde chilenos y bolivianos están enfrentados por el agua del río Silala que Bolivia reclama como propia. La posibilidad de que Francisco vuelva a mostrarse partidario de que los bolivianos consigan una salida al mar, está rodeada de expectativa ya que (se manifieste a favor o en contra) tendrá aprobaciones y oposición.
Del 19 al 21 irá a un Perú convulsionado donde al Presidente Kuczynski se le reprocha haber indultado a Alberto Fujimori tras el escándalo Odebrech que también lo salpicó. La popularidad del presidente está en el 18%.
Francisco ha evitado visitar Argentina por temor a ser manipulado por las facciones en discordia y se especula con que frases del Papa puedan repercutir en la interna entre kirchnerismo y macrismo en momentos en que los primeros están padeciendo los avatares de la justicia.